Capítulo 1
E
l control de potencia es una de las cuatro
funciones que conforman la estructura de un
automatismo. Su función básica consiste en
establecer o interrumpir la alimentación de los
receptores siguiendo las órdenes de la unidad de
proceso de datos. Dichas órdenes se elaboran a
partir de la información procedente de los captadores (función
de adquisición de datos) y de los órganos de mando (función
de diálogo hombre-máquina).
Entre los receptores más utilizados para el accionamiento de
máquinas se encuentran los motores eléctricos asíncronos de
jaula. Los equipos de control de potencia destinados a
controlarlos, normalmente llamados arrancadores, realizan las
funciones de seccionamiento, protección y conmutación. Se
pueden clasificar en tres familias:
– arrancadores “todo o nada”: el motor suele arrancar con sus
características propias y el régimen de velocidad establecido
es constante,
– arrancadores basados en arrancadores electrónicos: la
aceleración y la deceleración están controladas y el régimen
de velocidad establecido es constante,
– arrancadores basados en variadores de velocidad
electrónicos: el arranque y la parada están controlados y la
velocidad depende de una consigna.
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