Control de potencia
Protección contra los cortocircuitos
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Protección
contra los cortocircuitos
Los fusibles
Los fusibles proporcionan una protección fase a fase, con un
poder de corte muy elevado y un volumen reducido. Se
pueden montar de dos maneras:
– en unos soportes específicos llamados portafusibles,
– en los seccionadores, en lugar de los casquillos o las
barretas.
Se dividen en dos categorías:
Un cortocircuito es el contacto directo de dos puntos
con potenciales eléctricos distintos:
– en corriente alterna: contacto entre fases, entre fase
y neutro o entre fases y masa conductora,
– en corriente continua: contacto entre los dos polos o
entre la masa y el polo aislado.
Las causas pueden ser varias: cables rotos, flojos o
pelados, presencia de cuerpos metálicos extraños,
depósitos conductores (polvo, humedad, etc.),
filtraciones de agua o de otros líquidos conductores,
deterioro del receptor o error de cableado durante la
puesta en marcha o durante una manipulación.
El cortocircuito desencadena un brutal aumento de
corriente que en milésimas de segundo puede alcanzar
un valor cien veces superior al valor de la corriente de
empleo. Dicha corriente genera efectos
electrodinámicos y térmicos que pueden dañar
gravemente el equipo, los cables y los juegos de
barras situados aguas arriba del punto de cortocircuito.
Por lo tanto, es preciso que los dispositivos de
protección detecten el fallo e interrumpan el circuito
rápidamente, a ser posible antes de que la corriente
alcance su valor máximo.
Dichos dispositivos pueden ser:
– fusibles, que interrumpen el circuito al fundirse, por lo
que deben ser sustituidos,
– disyuntores, que interrumpen el circuito abriendo los
polos y que con un simple rearme se pueden volver a
poner en servicio.
La protección contra los cortocircuitos puede estar
integrada en aparatos de funciones múltiples, como los
disyuntores motores y los contactores disyuntores, que
se describen en el apartado “Aparatos de funciones
múltiples”.
Fusibles “distribución” tipo gG (1)
Protegen a la vez contra los cortocircuitos y contra las
sobrecargas a los circuitos con picos de corriente poco
elevados (ejemplo: circuitos resistivos).
Normalmente deben tener un calibre inmediatamente
superior a la corriente del circuito protegido a plena carga.
Fusibles “motor” tipo aM
Protegen contra los cortocircuitos a los circuitos sometidos a
picos de corriente elevados (picos magnetizantes en la
puesta bajo tensión de los primarios de transformadores o
electroimanes, picos de arranque de motores asíncronos,
etc.). Las características de fusión de los fusibles aM “dejan
pasar” las sobreintensidades, pero no ofrecen ninguna
protección contra las sobrecargas. En caso de que también
sea necesario este tipo de protección, debe emplearse otro
dispositivo (por ejemplo, un relé térmico).
Normalmente deben tener un calibre inmediatamente
superior a la corriente del circuito protegido a plena carga.
(1) La norma IEC 269-2 ha cambiado la denominación “tipo g” por
“tipo gG”.
Cortacircuitos fusibles
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