1.- Falso
2.-Falso
3.-Falso
4.-Falso
5.-Verdadero
6.-Falso
7.-Falso
8.-Falso
9.-Falso
10.-Falso
11.-Falso
12.-Falso
1. Es preferible no decir cuál será el castigo antes de que el niño se haya portado mal, pues suena como una amenaza. Simplemente procura que tus hijos sepan que no apruebas ciertos comportamientos.
2. Tus sentimientos de amor hacia tus hijos deben estar presentes siempre, y parte del arte de la paternidad consiste en mostrar desaprobación por su comportamiento al mismo tiempo que se proyecta un sentimiento de amor presente en todo momento.
3. Los niños son curiosos y es normal que hagan preguntas sobre el mundo a su alrededor. Son los padres inseguros los que etiquetan algunos temas como tabú y tratan de evitarlos. Por tanto, trata de responder siempre a las preguntas de tu hijo, sin contarles ni más ni menos de lo que te han preguntado.
4. Los hijos necesitan pasar tiempo a solas con sus padres y hablar de ciertos temas de manera individual, porque cada uno es diferente y tiene necesidades diferentes.
5. En general, no deberías regañar a tus hijos delante de otros, sino después, a solas.
6. Darle independencia demasiado pronto puede ser contraproducente. A veces, dejar que sean independientes, sobre todo al tomar decisiones, refleja una debilidad o indecisión de los padres. Antes de concederles independencia asegúrate de que no ocasionará un daño en tu hijo.
7. Discutir puede ser constructivo, si la discusión es justa y genera aprendizaje. Los temas conflictivos y las discusiones que generen pueden servir para enseñar a los niños ciertas cosas o abrirles los ojos ante ciertos temas.
8. Es un error abandonar tu rol de padre o madre para demostrar a tus hijos que puedes relacionarte con ellos como un igual. Un niño no debe considerarte como uno de sus amigos. Hay otros modos de mostrar empatía sin renunciar a tu autoridad como padre, como tomar decisiones conjuntas o hacer juntos actividades agradables.
9. Los padres que permiten a los hijos plantear dudas o preguntas sobre sus decisiones, tienen hijos más responsables y con mayor confianza en sí mismos. Al permitir que cuestionen con respeto tu autoridad, les demuestras que te sientes seguro de ti mismo (y, por tanto, no te importa someter tus decisiones a debate) y muestras respeto por tus hijos.
10. En realidad, la mayoría de los niños desearían que sus padres fueran más estrictos con ellos. Aunque tampoco es bueno ser demasiado estricto, los niños necesitan cierta disciplina (normas, saber qué se espera de ellos, saber qué está permitido y que no, etc.) para desarrollarse adecuadamente y sentirse seguros.
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11. Cuanto antes se espere que los niños alcancen logros, mayor será su deseo de alcanzar logros en el futuro. No obstante, los logros que se esperen de ellos deben ser razonables y adaptados a sus capacidades y a su edad.
12. Los niños más difíciles no necesitan una disciplina más dura, sino unos padres más receptivos. Los estudios muestran que las madres de estos niños eran menos capaces de percibir las necesidades de sus hijos. Por tanto, se trata de madres o padres que necesitan aprender a ser más sensibles a las necesidades de sus hijos.