EMBARAZO ADOLESCENTE EN
CHILE
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Embarazo Adolescente en Chile
Según el INE para el año 2008, en Chile habría 2.871.013 adolescentes entre 10 y 19 años de edad, entre los cuales el 51% tienen entre 15 y 19 años, y el 49% restante entre 10 y 14 años. La población adolescente está compuesta por un 51% de hombres y un 49% de mujeres. Del total de nacidos vivos en el país, se calcula que un 15,2% corresponden a hijos de madres entre 15 y 19 años de edad, y un 0,4% a madres menores de 15 años.
Las inequidades en las relaciones de género, acrecientan la vulnerabilidad de las mujeres, puesto que confluyen diversas formas de subordinación social: en cuanto mujer, en cuanto joven, en cuanto pobre. Además, la figura del padre adolescente no está plenamente constituida en la sociedad, siendo muchas veces un actor invisibilizado que alude su responsabilidad en el embarazo. De este modo, la mujer debe asumir estos costos sobre sí misma y sobre su propio/a hijo/a.
A pesar de los esfuerzos de planificación familiar, siguen existiendo embarazos no planificados, lo que constituye un grave problema de salud personal, familiar y social.
Las tasas de natalidad por cada mil habitantes en Chile presentan una constante disminución, pasando de 21,1 en 1993 a 14,9 en el 2005, lo que representa una disminución de 6,2 puntos en promedio 3. En el caso de la adolescencia, existe una elevada tasa de embarazos en adolescentes, constituyéndose en uno de los problemas más serios de salud reproductiva y salud pública. En las últimas dos décadas, del total de nacidos vivos en Chile, cerca del 15% (entre 35 y 40 mil nacidos cada año) es de madres menores de 19 años. La gran mayoría de estos embarazos se produce en los sectores más pobres 4 . Si bien las tasas de fecundidad adolescente han tendido a bajar en los últimos años, el embarazo en este grupo se presenta como un problema social desde el punto de vista de su magnitud, debido a la desaceleración en la baja de las tasas de fecundidad de madres entre 15 y 19 años, respecto a las tasas de las madres mayores de 19 años. Para el caso del embarazo en adolescentes entre 10 y 14 años, se registró en el 2005 un tasa de 4,1 por cada mil niñas de este rango. Sin embargo, este grupo no ha presentado una disminución sostenida como si ha ocurrido en la tasa general de natalidad en el país, cayendo sólo en 0,1 puntos entre el 2000 y 2005.
El Embarazo en la adolescencia se vincula con la pobreza por:
• La mayor prevalencia de maternidad adolescente fuera del matrimonio que se asocia muchas veces a la jefatura de hogar femenina;
• Aún cuando la ley ampara, existe una mayor probabilidad de deserción del sistema educacional antes o después del embarazo que se vincula al mismo tiempo a una mayor limitación en el acceso a oportunidades de desarrollo personal de la adolescente y de sus hijos/as;
• La inserción precaria en el mercado laboral, y el posible vínculo con la transmisión intergeneracional de patrones de maternidad adolescente. Los hogares formados por madres adolescentes poseen características de vulnerabilidad social y económica desde su génesis, constituyéndose en un factor central en la profundización de las trayectorias de pobreza de todos sus miembros.