¿Qué fue lo que te inspiró a entrar al mundo de
la fotografía?
Aunque yo no me daba
cuenta, desde pequeña fui desarrollando una atracción hacia el
área visual. Siempre estaba pendiente de lo que pudiesen decir
las imágenes, sean pintadas, fotografiadas o esculpidas. Sin
embargo, siento que la fotografía
va mucho más allá. Es lograr que
el mismo objeto, diga más de mil
palabras con tan solo cambiar de
ángulo y/o el enfoque. Eso es lo
que me gusta. Soy fiel creyente de
que todo tiene “el otro lado de la
moneda” que expresa una cosa
totalmente diferente a la que ya viste.
¿Cómo aprendiste a tomar
fotografías?
El primer taller que hice
fue el Digital 1 de Roberto Mata
hace casi 5 años pero me parece
que desde ese momento hasta
ahora, mis trabajos han mejorado
bastante. Lo cual confirma que la
fotografía es como cualquier
deporte, mientras más lo practique mejor es el resultado. Por
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supuesto, nunca quitas la parte
técnica que siempre hace falta
para lograr captar mejor lo que
quieres expresar pero ese “ojo al
detalle” no es algo que se enseña
sino que se desarrolla.
rutina. Me gusta agarrar esa rutina
y hacerla algo diferente. Mostrarla
de manera que los venezolanos,
que lo tienen en sus narices
todos los días, volteen a verla
con un mensaje distinto.
¿Que es lo que más disfrutas al trabajar detrás el
lente de tu cámara?
¿Te gustaría especializarte
y dedicarte a esta área para
el resto de tu vida?
Mostrarles a los demás lo
que a simple vista no se ve. Hay
momentos que toman segundos
en desvanecerse y los humanos
simplemente no logran apreciar