pero que tampoco sean excesivos como ocurre en algunos colegios privados. Estos programas gratuitos deben ser realmente para las personas de muy bajos recursos, condicionada a responder por ello.
Con respecto a la salud es peor, y lo digo en el sentido que estar enfermo y no tener recursos para mejorar esa condición, es horroroso.
Desafortunadamente, el estado ha convertido la salud en un negocio, lo cual ha ocasionado que se creen entidades solo con el animo de volverse ricas y los ciudadanos muriéndose por la falta de prestación de un servicio acorde a un ser humano, por la falta de estrategias que permitan un control para evitar estar en constante conflicto o en tutelando, es decir perdiendo tiempo en lugar de utilizar recursos para mejorar la salud de las personas.
Que decir de la infraestructura, carreteras con un costo elevadísimo y años construyéndola para no terminarlas o se hayan robado los recursos para su construcción o de obras en la ciudades que cuando las terminan ya estas son obsoletas, porque se ha aumentado el nivel poblacional o vehicular como ocurrió con el reprimido de la 94 en Bogotá.