Tango y Cultura Popular ® N° 165 | Page 7

Desde 1937 galopa arreando éxitos imperecederos y de los otros: impactos radiales como Ronda de Ases adelantan ese estilo nuevo, danzarín, ratificado en extenuantes bailes populares. A tal extremo llega el delirio que su sello grabador, hostigado por el repentino fervor denuncia que, "usufructuando la exorbitante demanda, algunos comerciantes -no demasiado escrupulosos- venden sus discos a mucho más de su verdadero valor". Como yo lo siento Desde entonces su ritmo no ha variado. Conspicuas figuras del tango pasaron por su orquesta sin poder sustraerse a la obcecada personalidad de J.D. Los pianistas Juan Polito, Luis Visca, Rodolfo Biagi, Fulvio Salamanca, Carlos Di Sarli; Ciríaco Ortiz, Héctor Varela, Aníbal Troilo, en bandoneón, tuvieron, alguna vez, que sujetarse a su implacable empeño en mantener intacto el estilo que lo había consagrado. Algo que también debieron hacer los cantores. "De acuerdo con su modalidad, recio o melódico, tienen que adaptarse al estilo de la orquesta -tiraniza-. La gente dice, a veces, que tal cantor imita a Alberto Echagüe y no es cierto. No se imitan unos a otros; es la forma en que los hago cantar yo y el repertorio que tengo. Responden a la personalidad de la orquesta, se identifican con ella y parece que cantaran imitándose. Pero no es así." El perdurable éxito lo fue alejando de todo intento por renovar los arreglos de sus tangos. Las acusaciones de anquilosamiento lo