Tango y Cultura Popular ® N° 165 | Page 61

"Estamos como en la refundación de algo, como pasó con el rock nacional acá, que empezaron unos cuantos grupos y artistas como Tanguito y después empezaron las ramas, los estilos y cada uno con su propia ruta, pero todos juntos a la vez como movimiento. En el tango actual está pasando algo parecido", relata como un biógrafo de la nueva época el bandoneonista Nicolás Tognola, director de Hojarasco, orquesta que mutó a una atípica eléctrica con piano, batería, fueye y guitarra. Juventud, divino tesoro Ellos componen y arreglan sus propios temas, no necesitan invocar los tangos clásicos y tienen personalidades musicales bien fuertes y diferentes. Tognola luce y habla como un poeta del surrealismo francés; Guerrero parece un tanguero chabón con una actitud punk que recuerda a Violencia Rivas, el personaje de Capusotto, y Cabrera es el perfecto producto de la oscuridad del rock de los ochenta. Los tres coinciden con el espíritu indie y autogestivo que caracteriza a esta generación y a sus bandas. "Si no sos independiente y no generás tu espacio, no existís. No somos independientes sólo por elección, como eran Los Redonditos de Ricota, sino porque no nos queda otra si queremos hacer lo que nos gusta. Aprendimos eso del rock", proclama Cabrera, que junto con su grupo mantiene Los Viernes de Baigón, un ciclo donde convocan a rockeros descarriados y tangueros en busca de orquestas jóvenes La juventud los hace inmunes a las críticas de los tangueros mayores. Van para adelante, con actitud salvaje: "Para mí esa gente que se autodenomina «la gente del tango» no significa nada. ¿Qué saben ellos de todo lo que tuve que estudiar y dedicarle al tango para que después me vengan a criticar? Para mí no existen", dice, imparable, el pianista Agustín Guerrero, respaldado por su trayectoria al frente de tres orquestas: La Orquesta Escuela de C.C. Defensa, Cerda Negra y la OTAG. El joven músico, declarado continuador de la línea inaugurada por Horacio Salgán en los 50, se perfila como un especialista en esto de derribar ciertos mitos. "Contrario a lo que se dice o se cree, el tango es una música de jóvenes, no de viejos -levanta la voz Agustín-. Me refiero, también, a que fue gestado por gente joven de pensamiento, aunque coincidió en la mayoría de las veces que eran jóvenes de edad. Troilo cuando armó su orquesta tenía alrededor de 23 años. Y de alguna manera lo que hicieron esos músicos con el tiempo fue continuar lo que empezaron de jóvenes hasta que se murieron, como Osvaldo Pugliese. Pero el tango es música de jóvenes, de tipos que miran para adelante y quieren aportar algo a lo que los maestros les dejaron." "Desde ese mismo concepto -interviene el pianista Hernán Cabrera-,