Hansen fue su propietario hasta el día de su fallecimiento en el año
1892. El café continuó abierto hasta 1912, dirigido por Anselmo Tarana.
Hay distintas versiones sobre si se bailaba o no en el lugar, así como
quienes fueron los que lo frecuentaron.
En opinión del historiador Enrique Puccia, en las primeras horas se daba
el desayuno a los niños, a media mañana leche y yema batida para
jinetes y ciclistas. A la tarde merienda o aperitivo. Al anochecer se
cenaba. A la noche los amantes del tango llegaban para disfrutar de esa
música que allí se tocaba. Felipe Amadeo Lastra aseguraba que: no se
bailaba, estaba prohibido como en todos los sitios públicos. Recién se
pudo bailar en el Pabellón de las Rosas, primera boite que hubo en
Buenos Aires.
En 1912 fue hecho demoler por orden del intendente Joaquín S. de
Anchorena, para realizar una ampliación de los accesos al velódromo.
El lugar adquirió una gran fama al exhibirse en 1937 la película
dramática Los muchachos de antes no usaban gomina, dirigida por
Manuel Romero, que hacía transcurrir parte de la historia en el café, y
por vehículo de los versos cantados en ella:
¿Te acordás, hermano, la Rubia Mireya
que quité en lo de Hansen al guapo Rivera?
¡Casi me suicido una noche por ella,
y hoy es una pobre mendiga harapienta...!
¿Te acordás hermano, lo linda que era?
¡Se formaba rueda pa´verla bailar!
Cuando por la calle la veo tan vieja,
doy vuelta la cara y me pongo a llorar…
Letra: Manuel Romero
Música: Francisco Canaro
Año: 1926
Un histórico café para una histórica época.
Diego Weinstein