Héctor negro
Ya van dos años de esta ciudad sin Héctor Negro, acaso de
los letristas de tango el más esperanzado. Negro era así:
un poeta de la esperanza. Guardo algunas compartidas,
la palabra precisa, su entendimiento feroz en lo vincular
a este misterio llamado “canción”. Como contrapartida me
apena que no se lo cante, que los letristas y cantores de
mi generación lo “casi” desconozcan y por los mismo no
puedan beber de esa fuente que guarda más de una “joya
imperecedera”, por caso: “Bien de abajo”, “Un lobo más”,
“De Buenos Aires morena”, “Tiempo de tranvías”, “Viejo
Tortoni”, “Para cantarle a mi gente”, entre otras, ah...
y la bella “Esta Ciudad”, que ahora les comparto.
Matías Mauricio
ESTA CIUDAD (Tango)
Letra: Héctor Negro / Música: Osvaldo Avena
Ciudad,
que se me va de las manos.
A mí
que la amasé en luz y barro.
Ciudad,
abeja de hollín porfiado.
Neón,
sobre el desvelo clavado.
Jaulón,
de bache, pared y asfalto.
La grúa sobre la pena
y una garúa de antenas
desplumándome el gorrión.
Me la mojaron raras olas de otra playa.
Entró a orejear un caracol a
transistores.
Y hasta el amor, el pan y la baraja
se los trampearon con mentiras de colores.
Y yo tras ella manoteando entre las llagas,
buscándola en las madrugadas fabriqueras,
en el amor, en la amistad que no se paga,
en esa bronca que nos une con cualquiera.
Y así,
hasta entender su locura,
yo perseguí su ternura
y con la luz que me dura
le hice esta mueca de amor.
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