Tango y Cultura Popular ® N° 163 | Page 16

“ La Paquita ”, mujer y leyenda de Buenos Aires

Fue la primera bandoneonista y directora de un conjunto típico .
El poeta José Portogalo la trajo un día “ de vuelta del misterio ” y ella regresó convocada por el poema . Acuciados por él , nos enterábamos que unas cuantas décadas atrás , una veinteañera muchacha de Villa Crespo había hecho detener el tránsito en aquella Corrientes y Paraná , sencillamente con un bandoneón sobre sus rodillas y al frente de una orquesta típica , la primera dirigida por una mujer . Decían los versos del poeta : “ Yo , Paquita Bernardo , regreso del misterio / bien tupido de olvido , entre cenizas / y yuyo con el polen de mariposas muertas …” ( del libro “ Letra para Juan Tango ”). ¿ Acaso eran muchos los que sabían o recordaban aquello ? Mil novecientos veintiuno . Café Domínguez , Corrientes y Paraná , detrás del bandoneón de Francisca Bernardo , su hermano Arturo en batería , Miguel Loduca en flauta ; en los violines Alcides Palavecino y un adoles-cente llamado a dar mucho que hablar por sus condiciones : Elvino Vardaro .
Y en el piano , otro “ pibe ” que iba a entrar en la historia del tango , que alcanzamos a disfrutar muchos de nuestra generación : Osvaldo Pugliese . “ Orquesta Paquita ”, ¡ gran revuelo en la Corrientes angosta ! ¿ Qué historia había detrás de esta muchacha tan singular ? Convoquémosla nuevamente con el prodigio del verso que luego nos brotó por ella : “ Hoy te busqué Paquita , en el recuerdo / de un Villa Crespo ausente que te lloró hace tiempo . / Y regresó tu sombra desvelada ,/ doblada sobre el el fuelle ./ Y se quedó en mi verso ./ Hoy pregunté Paquita , qué misterio / te puso entre las manos / la sonora tibieza / del bandoneón que respiró en tu pecho / y que vos perfumaste / como una rosa enferma .” Había nacido en Villa Crespo el 1 º de mayo de 1900 , cerca del más tarde famoso “ Conventillo de la Paloma ”. Sus padres la enviaron – casi niña – a estudiar piano , pero un día encontró un bandoneón al alcance de sus manos ; desde que lo puso en sus rodillas no pudo dejarlo y lo estudió con el maestro José Servidio ( a quien pertenecía ). Más tarde perfeccionó su técnica con Pedro Maffia y con don Enrique García . Se largó a tocar en los patios del barrio , en fiestas familiares ; después lo hizo en Sindicatos obreros y Hospitales , en funciones de beneficencia . Esas primeras incursiones la foguearon como para que se animara a ese ruidoso debut del Café Domínguez . “ Y volviste , Paquita , igual que cuando estabas ./ a encender un milagro con fuego de leyenda . / A mirarnos con esos , tus ojos de muchacha , / donde aleteaba el sueño que quisiste que fuera ./ Y volviste , Paquita Bernardo , con el tiempo / que nunca conocimos , pero que igual nos llega ./ Y trajiste aquel aire de malvones y cercos / que los últimos patios de tu barrio respetan …” En el mismo Café Domínguez estrenó su tango “ Floreal ”, que luego grabara Juan Carlos Cobián . Alternaba por entonces sus actuaciones allí , con presentaciones en el famoso Café “ La Paloma ”. Después llegó a “ La Glorieta ” de Villa Crespo y a “ La Terraza ” del
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