José Gutnik
José Gutnik es el único escultor
porteño que ha dedicado su obra,
entre Otras creaciones universales,
a homenajear constantemente a
su amada Ciudad de Buenos Aires,
pensando en sus calles empedradas,
barrios con naturaleza, propia,
personajes de las décadas del ‘40 y
del ‘50 y, sobre todo, una serie única
en su género de 15 bandoneones,
idealizados e inspirados en diferentes
tangos y vivencias. Es el mayor
homenaje a este instrumento que,
traído a estos lares por humildes
inmigrantes alemanes e italianos, se
aporteñó y adueñó de su orgánico
sonido de catedral, para inyectarlo
en las venas de los que vivimos
y sufrimos los avatares de esta
inimaginable Ciudad de Buenos Aires.
Vea su página web y disfrute de sus
nostalgias y protagonistas que ningún
otro escultor porteño o de otras
tierras, podrían brindarle.
www.joegutnik.com
“Simplemente
Pichuco”
Al maestro del fueye,
creador de un estilo
único, inconfundible.
A Aníbal Troilo.
Al “dogor” entrañable
que tenía el poder
de hacer profundo
lo que a él le era fácil.
Al autor de Garúa,
al de Che bandoneón
y Patio mío,
al de Barrio de tango,
al de Sur y Responso.
A ese gurú porteño
que con cara de luna
iluminando noches
llenaba el Marabú
o el Tibidabo.
Al generoso Gordo.
Gordo de Buenos Aires.
El que a la ciudad toda
le fraseó y le cantó
como muy pocos.
El que cuando se fue
dejó en la marquesina
del viejo Teatro Odeón
con letras de oro:
“Simplemente… Pichuco”.
Luis Alposta
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