Tango y Cultura Popular ® N° 162 | Page 12

Cabaret Chantecler

En la década del veinte , la llamada “ Guardia Vieja ” había impuesto una nueva concepción en el género musical llamado tango , la evolución venía de la mano de músicos provenientes del conservatorio con sólidos conocimientos que le dieron al tango un nuevo perfil más cadencioso y elegante . Por fin la sociedad porteña aceptaba esta música que nació en los arrabales y ahora reinaba en el centro . Buenos Aires necesitaba un lugar de jerarquía , para ofrecer a un público cada día más pretencioso un espectáculo de varieté donde el tango fuese el centro de atracción . A tal efecto en 1924 se crea el cabaret Chantecler , ubicado en la calle Paraná 440 , entre la avenida Corrientes y la calle Lavalle . Para su inauguración se convoca a la orquesta del maestro Julio De Caro , uno de los principales gestores de la nueva época en la historia del tango . La orquesta estaba compuesta por De Caro como primer violín , su hermano Emilio como segundo violín ,

Francisco De Caro , el otro hermano , al piano , Ruperto Thompson en el contrabajo y dos bandoneones : Luis Petrocelli y Pedro Maffia , luego Luis Petrocelli sería remplazado por Pedro Laurenz , un sexteto de lujo .
En esta oportunidad De Caro , estrena el tango “ Buen amigo ” dedicado al doctor Enrique Finochietto , amigo personal y famoso profesional médico , además asiduo concurrente . Giovanna Ritana , también llamada Jeannete , estaba casada con un tal Juan o Amadeo Garesio , un inmigrante procedente de la isla de Córcega , que se decía , era dueño de una cadena de prostíbulos . Esta pareja era la dueña del Chantecler , quizá el cabaret más famoso de Buenos Aires . Ahí actuaban magos , malabaristas , transformistas , acróbatas y todo tipo de varietés , casi un espectáculo circense en un lugar de categoría . La sala , de un tamaño importante , con mesas donde se ubicaban los asistentes al espectáculo , el espacio destinado a los bailarines , el bar con su correspondiente barra y el escenario donde actuaban los artistas ; todo rodeado por palcos , similar a lo que se estilaba en los teatros . Un detalle que demostraba la jerarquía del lugar era la prestancia de los palcos , muy amplios , tanto que se podía comer y bailar en ellos , con absoluta privacidad . Las comidas y bebidas se solicitaban por teléfono y , para mayor recato , las rojas cortinas de pana se podían correr ocultando el interior . Otro detalle de fineza era una pileta de natación climatizada , donde jóvenes bañistas realizaban juegos acuáticos , para solaz de los concurrentes . Varias orquestas animaron las noches del Chantecler . Pero la figura descollante fue el maestro Juan D ’ Arienzo . Durante muchos años su orquesta fue la preferida del público , principalmente los amantes del tango bailado .
El Chantecler se vistió de tango con pilchas de percal y perfume de glicinas , llegó D ’ Arienzo con su
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