Tango y Cultura Popular ® N° 161 | Page 29

tango, es contundente. De hecho yo tengo el anillo que usaba mi abuelo, que mi papá me lo regaló, que cuando doy exhibiciones siempre lo llevo puesto. Me lo pongo sólo para bailar ¿no? Hay una conexión enorme… Así empecé, me volví loco como te decía. Adonde Mingo iba a dar clase yo lo seguía (tenía muchas clases particulares en esa época) no había tanto auge, o sea, hubo como dos o tres picos desde que yo empecé, y sí obviamente, ya empezaba a haber, pero nada que ver con lo que es ahora... Entonces, muchos extranjeros venían y lo buscaban, ahora hay siete mil millones de maestros, Internet, publicidad, Tangauta, yo que sé... en esa época no. Entonces iban a buscar, Paiva, como me contabas de Rosario, maestros que llevan un montón de tiempo, los conocidos y los de siempre, ¿no? Entonces bueno tenía un montón de clases y yo iba, si tenía un contingente de rusos, iba, japoneses, iba, daba una clase abierta, iba, hacía una práctica, iba, todo el tiempo estaba con eso. Con mi amigo, nos juntábamos a practicar pasos que nos enseñaban, a practicar el sistema de Mingo Pugliese. Con mi amigo inventamos una manera de escribir los pasos, como con un lenguaje, como un diccionario... en realidad parecía un poco egipcio, como jeroglíficos... Escribíamos coreografías completas así, y el que veía eso decía: “¿Qué es esto?” y nosotros entendíamos perfecto. Después más adelante Mingo me empezó a pedir ayuda, y si por ahí un día le dolía el pie, si podía yo dar la clase, y se hacía un poco el chanta, y terminaba dándola yo. Un día me salió una oportunidad en un lugar para dar clases, y yo le pregunté a Mingo: “¿Vos creés que yo podría dar clases?” y me dijo: “Si das mis clases, ¿Cómo no vas a poder dar? Te hacés una guita...” Y así empecé a dar clases, a bailar más, a conocer más bailarines, más lugares, y empecé con ese rollo. Conocí a Gachi Fernandez, tuve una relación muy enorme que sigue manteniéndose hasta hoy, que paso por todo, y siempre se mantuvo, porque evidentemente es de esas relaciones de verdad, de ser humano a ser humano. Y no es que aprendí todo lo que sé se ella, pero sí me ayudó mucho en el proceso, y aprendí de ella sobre todo cosas técnicas, y mucha idea de lo que es el escenario, por ahí se cree que el escenario es vestirse bonito y hacer pasos con una buena línea... Hay un montón de cosas del escenario que son prácticamente de filosofía, y que Gachi las tiene muy claras. No por nada muchos de los campeones de tango de escenario de hace cinco, seis años para atrás pasaron por ella. Bueno a través de ella y de Pablo Pugliese empecé a conocer un montón de gente y empecé a trabajar en la “Escuela Argentina de Tango” ahí creo que fue Mingo el que me recomendó con el que estaba dirigiendo en esa época (que se armó la podrida porque se fue y se robó todo, en la anterior, no en la nueva, el tipo que la dirigía se robó todo, los sueldos, Tango y Cultura Popular