Tango y Cultura Popular ® N° 161 | Page 22

22 Reportajes en México Tango y Cultura Popular Entrevista a Alejandro Montes de Oca R: Contame tu experiencia con el tango, ya me dijo Julieta, que para vos es tan importante el tango, que te fuiste de México a vivir a... A: Si, Fue así como muy loco... Yo vi Tango y fue así como amor a primera vista, es como un cliché, pero fue así, vi una pareja, yo no vi tanta milonga, porque no había tanta milonga, fue más en el show... vi una pareja de Forever Tango que era un bailarín Jorge Torres, y me puso la piel (acá se dice “chinita”) como de gallina. Dije, uy, ¿Se podrá bailar esto? ¿Vivir? Dije wow, se me hizo loquísimo, aparte la música... R: ¿No habías escuchado antes tango? A: No, no había escuchado tanto, pero, el bandoneón, cuando escuché esa cosa, dije “¿Qué es eso?” se me hacía muy poderoso, o sea, como música clásica fuerte pero con otra onda, ¿No? Y después, una amiga que bailaba tango, fue a unas clases, y me dijo: “¿No quieres llevarme?”, porque no tenía auto ella. Yo la acompañé, y después estaba en el auto aburrido y me metí a la clase, pero me metí como sin mucha expectativa, pero estaba tan relajado... y me Revista N° 161 salieron algunos pasitos... Y dio la casualidad que una de las personas de Forever Tango se quedaba en México a hacer un show... Y como que me vieron la actitud, y me dijeron, como la mina era más alta y yo le quedaba de estatura, (los bailarines que bailaban eran un poco más petisitos), me dijeron; “¿No querés? te entrenamos” Y yo de ahí en más, me hice tanguero. O sea... no volví más a la escuela, mis actividades, y... tenía compañera... bueno, también se dio eso, que tenía compañera y maestra, ¿no? Y empecé más en los shows, y ya después obviamente, pues, tenía siempre, como un pie en Buenos Aires, moría por ir, a ver allá cómo era... Y allá obviamente conocí la milonga. Allá laburé mucho en casa de tango: “El viejo almacén”, estuve en “Piazzolla Tango” ... Y después de los shows, los del escenario terminaban cansados y yo siempre me iba con dos amigos a la milonga... Y ahí empecé a milonguear, y con el paso de los años, la milonga me jaló más... Digo, me encanta el escenario y todo, pero la milonga es otra cosa... R: Y, es otra vivencia, tiene otras cosas... A: Sí, pasa por otro lado... Me costó mucho bailar en la milonga al principio, porque venía del show, y yo daba todo paso largo... ¡El primer día que fui a la milonga, no podía bailar un tango! O sea, decía: “¿Qué es esto?” R: No te podías mover...