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Reportajes
en México
Tango y Cultura Popular
Entrevista a Alejandro
Montes de Oca
R: Contame tu experiencia con
el tango, ya me dijo Julieta, que
para vos es tan importante el
tango, que te fuiste de México a
vivir a...
A: Si, Fue así como muy loco... Yo
vi Tango y fue así como amor a
primera vista, es como un cliché,
pero fue así, vi una pareja, yo no
vi tanta milonga, porque no había
tanta milonga, fue más en el
show... vi una pareja de Forever
Tango que era un bailarín Jorge
Torres, y me puso la piel (acá se
dice “chinita”) como de gallina.
Dije, uy, ¿Se podrá bailar esto?
¿Vivir? Dije wow, se me hizo
loquísimo, aparte la música...
R: ¿No habías escuchado
antes tango?
A: No, no había escuchado tanto,
pero, el bandoneón, cuando
escuché esa cosa, dije “¿Qué es
eso?” se me hacía muy poderoso,
o sea, como música clásica fuerte
pero con otra onda, ¿No?
Y después, una amiga que bailaba
tango, fue a unas clases, y me
dijo: “¿No quieres llevarme?”,
porque no tenía auto ella. Yo la
acompañé, y después estaba
en el auto aburrido y me metí
a la clase, pero me metí como
sin mucha expectativa, pero
estaba tan relajado... y me
Revista N° 161
salieron algunos pasitos... Y
dio la casualidad que una de
las personas de Forever Tango
se quedaba en México a hacer
un show... Y como que me
vieron la actitud, y me dijeron,
como la mina era más alta y
yo le quedaba de estatura, (los
bailarines que bailaban eran un
poco más petisitos), me dijeron;
“¿No querés? te entrenamos”
Y yo de ahí en más, me hice
tanguero. O sea... no volví más
a la escuela, mis actividades,
y... tenía compañera... bueno,
también se dio eso, que tenía
compañera y maestra, ¿no? Y
empecé más en los shows, y ya
después obviamente, pues, tenía
siempre, como un pie en Buenos
Aires, moría por ir, a ver allá cómo
era... Y allá obviamente conocí la
milonga.
Allá laburé mucho en casa de
tango: “El viejo almacén”, estuve
en “Piazzolla Tango” ... Y después
de los shows, los del escenario
terminaban cansados y yo
siempre me iba con dos amigos
a la milonga... Y ahí empecé a
milonguear, y con el paso de los
años, la milonga me jaló más...
Digo, me encanta el escenario
y todo, pero la milonga es otra
cosa...
R: Y, es otra vivencia, tiene
otras cosas...
A: Sí, pasa por otro lado...
Me costó mucho bailar en la
milonga al principio, porque venía
del show, y yo daba todo paso
largo... ¡El primer día que fui a la
milonga, no podía bailar un tango!
O sea, decía: “¿Qué es esto?”
R: No te podías mover...