Tango y Cultura Popular ® N° 160 | Page 20

20 LOS CLICHÉS DEL TANGO (*) El Tango, como expresión popular, ha sido, en su momento, duramente censurado por las elites dominantes, especialmente en épocas de gobierno autoritario y extranjerizante (por ejemplo prohibición de términos lunfardos y determinadas imágenes y temáticas) con evidente propósito de vaciamiento cultural, cuando querés someter a un pueblo tratás de quitarle sus insignias y socavar su identidad. es verdad. b) la pereza y facilismo de muchos autores que se limitan a repetir lo ya escrito, reemplazando a la investigación y aún el mero razonamiento por la más cómoda tarea de recopilación. Si a lo antedicho le agregamos algunas gotas de mala intención y otras de estupidez, la ecuación cierra. Uno de los pilares de También, y hasta la fecha, el mi tarea de difusión Tango ha sido injustamente y esclarecimiento es desmitificar algunos descalificado con clichés conceptos sobre el Tango, tales como: prostibulario, compadrito, triste, machista, erróneamente enquistados lamento del cornudo, y una en el imaginario popular y que tanto daño hacen a larga lista de etcéteras… Hay otros clichés, asimismo, la tanguedad al desvirtuar muchos aspectos del que si bien no implican género, en especial frente una descalificación, no se compadecen con la verdad, a los neófitos, que son mayoría… SÓLO SE AMA como el supuesto origen LO QUE SE CONOCE, negro del género. Yo pienso y mi bandera es, desde que la incesante repetición hace tiempo, FOMENTAR de lugares comunes e EL CONOCIMIENTO DEL inexactos respecto de TANGO, más allá de un la naturaleza del Tango baile que puede resultar obedece a varias causas, más o menos exótico, más entre las cuales podríamos allá del encuentro semanal aislar: de miles de bailarines, a) La tendencia por parte de convocados por un abrazo muchos lectores de pensar sin obligatorias implicancias. que porque algo está Lamentablemente muchos escrito en letras de molde escritores –no me refiero a los historiadores e investigadores, que suelen producir excelentes ensayos que en general no llegan al común de la gente- se repiten hasta el hartazgo describiendo la milonga según antojadizas descripciones sin ir más allá, porque ir más allá implica trabajo, estudio, reflexión... y ellos prefieren optimizar la relación costobeneficio. Es que les resulta trabajoso ir más allá de las fronteras de las referencias obvias. Por mi parte, y a título personal siempre he preferido el camino legítimo, evitando, escrupulosamente, los atajos. Yo creo que los escritores serios nos deben un libro que arroje luz sobre estos clichés, en forma didáctica y amena, poniendo negro sobre blanco rótulos que no por repetidos resultan veraces. Digo escritores serios, dejando de ex profeso fuera de la cuestión a algunos “escritores milongueros” que pasean su imagen patética por nuestros bailongos, borrando con el codo lo que escriben con la mano, a poco que uno los vea