La exposición de los contenidos anteriores nos trajo hasta aquí para introducirlos al Método. Muchos de los conceptos se repetirán necesariamente porque los aspectos del método se entrelazan en un proceso circular y continuo. Un proceso circular que tiene una sólida“ base de apoyo“. Un movimiento que se mueve entre cuerpo, mente y espíritu. El método sugiere comenzar desde el cuerpo físico y empezar desde este punto a evaluar y ajustar, a través de la respiración, la mente y nuestra fuerza emocional.
Empezamos con un primer paso crucial: la“ desaceleración”. Una desaceleración que nos lleva a experimentar un estado del cuerpo y la mente más tranquilo y al mismo tiempo una conciencia más activa, acercándonos a una percepción de calma, de la que podemos empezar a percibirnos a nosotros y la realidad de una manera más flexible y clara, escuchando en sí mismos una voz diferente, más tolerantes y conscientes. La desaceleración nos invita a reflexionar sobre la posibilidad de un cambio en su actitud, permitiéndonos percibir de manera más serena y tranquila.
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