2017 | nº XX | Tamadaba | 43
Punto de partida
Este proyecto surge de la exigencia de dar respuesta a las dificultades del alumnado en la resolución de problemas. Evaluación tras evaluación y curso tras curso se incluye en la memoria del Departamento de Matemáticas la necesidad de mejorar en esta competencia, pero no logramos conseguirlo de manera efectiva. A su vez, los nuevos tiempos y las nuevas actitudes, así como las nuevas herramientas no solo permiten sino que exigen cambios en los procedimientos llevados a cabo en el aula (Prensky, 2011). La metodología activa, facilitada por las tecnologías de la información y la comunicación, consolida el rol del docente como facilitador, esto es intermediario entre los objetivos educativos y el alumnado, siendo este el protagonista en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Por otra parte, tradicionalmente el alumnado suele enfrentarse a las matemáticas con recelo. En muchos casos acaba desarrollando estrategias de corte mecanicista para resolver operaciones, pero es frecuente encontrar un importante rechazo hacia la resolución de problemas que impliquen el uso de la reflexión o la extracción de información útil, para ser aplicada a una tarea o situación concreta.
Rosa E. Viera Rodríguez y María A. Calcines Piñero
IES Guanarteme.
7.5 MOTIVÁTICA
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