DESARROLLO
¿Trabajas o
Consigues?
La pregunta encierra una distinción referida a tu actitud,
que tal vez quieras clarificar. Como casi todas, esa
distinción es sutil y, simultáneamente, movilizadora.
Sé sincero contigo mismo, aunque sólo sea durante un minuto,
y contesta estas preguntas:
¿Cuántos días del año me despierto con una expresión
inequívoca de ilusión, que anuncia el comienzo de una
aventura desconocida y emocionante en mi empresa?
¿Cuántos domingos me voy a la cama deseando que la noche
pase rápida porque mañana es lunes y vuelvo a ejercer mi
profesión?
¿Cuántas veces me detengo para saborear, felicitarme y
compartir los micro-logros que conquisto cada día?
Tu respuesta: muy pocas veces
Si tu respuesta es “nunca o muy pocas veces” es probable
que sólo vayas a tu empresa a trabajar. Sin duda consigues
logros. Las personas que trabajan también consiguen
resultados. Por eso estás aún en nómina.
Sin embargo la persona que sólo va a trabajar no suele estar
muy ilusionada con su trabajo; lo considera como un castigo
o, en el mejor de los casos, un inconveniente necesario
para poder pagar sus facturas. Vives el trabajo como una