- La amenaza no se combate agazapándose
debajo de la escalera. Los monstruos, los
demonios y los asesinos con motosierra son
muy insistentes buscando y encontrando a
los que se esconden esperando vanamente
pasar desapercibidos.
- Es tentador taparse con la manta confiando
en que el asesino no te apuñale, pero muy
poco efectivo. Depende de que el malo sea
tonto, le entre un ataque de compasión o
vete tú a saber… En cualquier caso, ceder
la decisión sobre tu vida o muerte a alguien
que te persigue mientras tú dejas de ver
lo que hace porque estás debajo de una
manta no parece ser la mejor de las ideas.
- Trata de no sucumbir a la irrefrenable
tentación de bajar al sótano cuando
escuchas ruidos raros en la casa. Es mucho
más probable que el monstruo esté en el
sótano que en cualquier otra habitación,
y tentar al peligro suele traer aparejados
algunos problemas de difícil solución.
- En situación de riesgo, sube a las plantas
superiores. Se tiene mejor vista ahí, y,
puestos a salir pitando, es mejor opción
bajar escaleras en lugar de subirlas.
- Gritar mucho y hacer aspavientos no
ahuyenta a los monstruos. Es más, los
atrae y te acaban comiendo.
- Para terminar, por encima de cualquier
otra consideración: haz algo. No te
bloquees. Corre, huye, dispara, trepa,
busca ayuda, sal rápido de la casa maldita,
haz lo que sea. Ponte en acción. Pero
no te detengas, porque paralizarte en
una situación de riesgo tiene un costeoportunidad
muy alto. Y si no te lo crees,
puedes consultárselo a los miles de
víctimas inocentes de películas de terror
que ahora descansan en frías morgues o
colgados en algún almacén entre reses y
aperos de labranza.
Si has tenido la generosidad -y la
paciencia- de llegar leyendo hasta aquí,
probablemente habrás deducido qué
tiene que ver todo esto con el desarrollo
de personas y la instauración sostenible
de comportamientos efectivos, que es
a lo que nos dedicamos y de lo que va
esta publicación. Y si aun te lo sigues
preguntando, te lo resumo en una sola
frase, también de película: “El peligro es
muy real, pero el miedo es una opción”.
Nadie duda de lo complicado de la situación
que padecemos, y la incertidumbre ante
lo que se avecina tampoco es el más
tranquilizador de los escenarios. Ése es
el peligro, los monstruos que te quieren
atacar, ya sea en forma de rebrotes,
contagios, paro o ruina. Y, a diferencia de
las películas, en esta ocasión es un peligro
muy grave y letalmente real.
Pero tú y tus amigos disponéis de armas
con las que defenderos. Tenéis talento,
FOTO: BEDNEYIMAGES 29