especial entre ambos, lo cual constituye un
beneficio adicional. Sin embargo, es preciso
que la conclusión de la relación de mentor-
ing sea clara y contundente, es decir, que no
genere ningún tipo de dependencia posterior
por alguno de ellos.
En cualquier caso, la estructura de esta
sesión habrá sido establecida en el Contrato
de mentoring, como el resto de las sesiones.
Esta previsión es todavía más útil en el caso
de que la relación no funcione adecuada-
mente, ya que permite realizar la conclusión
anticipada de la misma de una forma no
traumática.
Existe una variada casuística por la que una
relación puede no funcionar. La causa más
frecuente es la insuficiencia por parte del men-
tor de su Disponibilidad y/o Disposición. De
nuevo otra alarma de un diseño de substrato
inadecuado.
Cuando una relación no funciona con efec-
tividad la mejor solución es concluirla de
forma amigable, no traumática, e iniciar una
nueva.
Resumen
Según la IMS el mentoring formal es una
relación y un proceso.
El proceso lo conforman 4 fases (4Es):
Exploración, Elección, Entrenamiento y
Evaluación (y Conclusión).
Las fases del proceso incluyen una serie de
actividades que constituyen el substrato, que
sostiene y alimenta al elemento nuclear del
mentoring.
La ausencia de alguna de esas actividades,
o su presencia sin los niveles de calidad
adecuados, impacta directamente en la efec-
tividad del elemento nuclear: la relación de
mentoring.
La relación –su contenido y su forma- sigue
tres pasos: Establecimiento, Desarrollo y
Conclusión.
En el paso Establecimiento el propósito de
ambos será establecer una relación efectiva.
Los cinco principales pilares de la misma son:
confianza, confidencialidad, compromiso,
respeto y transparencia. El mentee presenta
su objetivo y ambos se aseguran que sea
SMART y acuerdan los KPIs que servirán para
medir el progreso y logro.
En el paso Desarrollo el mentor facilita y
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