TALENTO NOV-DIC 2019 TALENTO NOV-DIC 2019 | Page 23

sas fáciles; sólo hace falta seguir haciendo más de algo para conseguir mejores resultados… ¿O no? Si bien la calidad de nuestra vida depende en un porcentaje muy alto de la calidad de nuestra for- ma de pensar, por desgracia no se nos enseña a manejar y gestionar de forma efectiva el pensa- miento en nuestra etapa de educación formal, más allá de copiar a fuentes creíbles de autori- dad. Y este sentido de pensar que más es mejor es algo que compromete seriamente dicha calidad. No hace mucho hablaba con mi ex-vecino Julián, quien se había jubilado hace ya algunos años, y que tomó la decisión de marcharse de Madrid e irse a vivir cerca de la playa, en Denia. “El sueño de toda su vida”, decía. Le pregunté qué tal allí, y me contestó algo que me dio qué pensar: “Estoy muy bien, pero, aunque te parezca extraño,” -me dijo mientras se dibujaba en su rostro una leve expresión de cons- ternación-, “el hecho de estar allí todo el día, como que te acostumbras y ya no lo valoras tanto, pensé que lo iba disfrutar más. Cuando vivía en Madrid y estaba yendo y viniendo, lo aprovechaba con más intensidad… Supongo que el contraste entre el estrés del día a día y aquellos momentos de paz hacían que lo saboreara más...” concluyó, muy acertadamente, por otro lado. Aquello me sonaba familiar: pen- samos que, si hacemos más de algo, nuestro disfrute y felicidad también serán proporcio- nales. “Más tiempo de vacaciones significa que ex- perimentaré más satisfacción”, “más deporte será mejor para mi forma física o mi salud”, “más información y conocimiento será mejor para tomar mejores decisiones”, “más tiempo libre me permitirá hacer más cosas que me gustan”, y un largo etcétera. Ex- trañamente no funciona así. Demasiadas veces, más de algo, se convierte en menos. ¿Por qué nos ocurre esto? Una habilidad que tenemos como seres humanos es construir estándares. Los estándares nos permiten medir y supervisar cómo de bien o mal están yendo las cosas. Son patrones o modelos que construimos inconscientemente, y que nos sirven de referencia en nuestro proceso de valoración para saber, entre otras cosas, si tenemos o no ácubiertas nuestras necesidades. Nuestros estándares van evolucionando a lo largo de nuestra vida, y los empleamos para comparar las cosas entre sí. Es una habilidad de pensa- FOTO: YANALYA 23