MAXIMIZAR
VS .
OPTIMIZAR:
CUANDO MÁS
ES MENOS
Siempre me pareció exagerada esa máxima de
que el fin último de las organizaciones y empresas
que creamos es maximizar sus beneficios. En un sis-
tema capitalista como el que vivimos en buena
parte de Occidente, suena plausible, incluso nece-
sario. Maximizar se convierte aparentemente en el
propósito y el fin último de las acciones, decisio-
nes y estrategias que adoptamos. Y este tipo de
pensamiento “maximizador” no sólo está presente
en el ámbito de la economía o la producción, sino
también en nuestras decisiones cotidianas: si algo
es bueno para nosotros, tratamos de exten-
FOTO: PIKISUPERSTAR
derlo o aumentarlo de manera incremental.
Conozco personas que pasan muchas horas
haciendo deporte cada día sin ser deportistas
profesionales, y experimentan una fuerte cul-
pabilidad e incluso llegan a sentirse irritados
cuando no pueden seguir su maratoniana rutina,
de la cual, por otro lado, han pasado a sentirse es-
clavos. Sin duda el deporte es muy saludable, pero
es fácil caer en la trampa del pensamiento de que
“más es mejor”. Suena razonable, y en términos de
cómo nos gestionamos en la vida nos pone las co
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