DESARROLLO
¿Podemos
mejorar
nuestro
Rendimiento?
M ichael Jordan en un partido oficial de la
NBA lanzó un tiro libre que provocó la ad-
miración de todos los espectadores por la
forma en qué lo realizó. En el segundo lanza-
miento de una falta personal recibida, cogió
la pelota, realizó su rutina habitual anterior,
cerró los ojos y, por sorpresa de todos, lanzó
con los ojos cerrados. Si tienes la oportuni-
dad de ver esta jugada, quedarás fascinado
de la naturalidad en cómo realizó el lanza-
miento sin tener la referencia visual del aro.
Si bien lanzar un tiro libre es una acción tan
habitual para un jugador de baloncesto, algo
que realiza en infinidad de ocasiones du-
rante su carrera profesional, tan sólo Jordan
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ha tenido la osadía de hacerlo con los ojos
cerrados. Sin restar importancia a su don
natural para jugar al baloncesto y a realizar
jugadas imposibles para la gran mayoría de
jugadores, en este caso en particular me
parece algo que cualquier otro jugador po-
dría haber hecho, ya que la acción no tiene
una gran dificultad mecánica en sí misma.
En otras palabras, el don de Jordan no fue la
principal causa que explica esta acción, sino
su motivación para ser el mejor. Realizar un
tiro libre con los ojos cerrados requiere ha-
berlo repetido tantos miles de veces para
interiorizar el mecanismo que no sea nece-
sario mirar el aro antes de lanzar el balón.
Jordan dedicó muchas horas a entrenar,
seguramente era el que más horas pasaba