TALENTO MAY-JUN 2018 talentoMAY2018 | Page 26

puede ser más aconsejable tirarle una piedra o amagar con un palo antes de que nos ata- que; o esa manía que tenemos de matar a una araña o pisar a la pobre cucaracha que se ha cruzado con nosotros en una acera) - Quedarnos paralizados, cuando nues- tro cuerpo se “hace el muerto”, respuesta muy útil en situaciones altamente estre- santes en las que no funcionaría ni huir ni atacar (como puede ser encontrarnos Y aquí llega lo que nos interesa. Si al sen- tirnos agredidos tendemos básicamente a reaccionar desde dos polos, atacar o evitar la amenaza, ¿cuál de las dos respuestas sería me- jor, o más conveniente, si tuvieras un conflicto mañana mismo en tu empresa u organización? con un escorpión o una serpiente, que son mi veces más rápidos que nosotros). Como la parálisis está muy asociada a la huida, la ignoraremos en esta explicación. Cabría suponer que, aunque todo esto es válido desde un punto de vista biológico, a día de hoy no nos vamos encontrando con leopardos hambrientos y poca gente se enfrenta a gatos furiosos. Sin embargo, todos tenemos que lidiar a diario con situaciones desafiantes, ya sean laborales o personales, y relacionarnos con sujetos más o menos des- agradables para nosotros. Con las relaciones llegan los conflictos, y, aunque el riesgo para nuestra vida o integridad suele ser muy oca- sional, nuestro sistema límbico se siente igual de amenazado que hace millones de años, y, por lo tanto, tiende a responder de igual modo que entonces, aunque la gravedad de la amenaza sea objetivamente incomparable. empresas o áreas donde proliferan los perfiles algo más arrolladores, y otras donde se prefiere a la gente tranquila -por no decir sumisa-. Pero la mayor parte de la gente tiende a pensar que, dependiendo de la situa- ción, será conveniente actuar un poco más incisivamente o tomando mayor distancia. 26 Cuando hago esta pregunta en los talleres que facilito, la respuesta más habitual que escucho es “depende”. Es cierto que hay Y, aunque natural, esa respuesta es un error. No depende de nada, ambas reacciones son igual de poco prácticas y contraproducen- tes. ¿Por qué? Piénsalo un poco. El ataque está biológicamente diseñado para hacer daño, y no parece muy inteligente causar daño a alguien con quien mañana tienes que volver a alinear esfuerzos. Y si huyes, también haces daño. ¿A quién? A ti, a tu autoestima y a tu ego. ¿O es que nunca te has sentido mal por no haber sabido decir “no” a tiempo? Pues ya sabes a qué me refiero.