TALENTO JUL - AGO 2019 talentoJUL2019 | Page 9

Push no funciona Algunas organizaciones creen que los líderes tie- nen un rol importante en la transmisión a sus colaboradores del cambio. Y están en lo cierto. La cuestión es “el cómo” lo hacen. Y aquí aparece el modelo de liderazgo que ejercen estos líderes. En nuestra experiencia, trabajando con tantas organizaciones de todos los sectores, el motivo principal de fracaso es que el modelo relacional líder-colaborador más frecuente sigue siendo Push; el líder se esfuerza en “vender” el cambio apoyándose en “sus creencias” y en “sus intere- ses”, muchas veces en un “argumentario” diseña- do y promovido por la organización. opuestas- en ambos estilos. Una intervención aislada no funciona El cerebro se rige por el principio de la eficiencia energética, por eso tiende a crear patrones o ruti- nas, que denominamos hábitos. Un hábito es un atajo, que evita que tengamos que pensar -gas- tar energía- cómo nos lavamos los dientes, por ejemplo. Los hábitos son gestionados por los ganglios basales, una parte del cerebro muy antigua y eficiente energéticamente. La denomina- da zona de confort incluye nuestros hábitos. Push es un estilo que fuerza, obliga, ordena, de arriba abajo, que no incluye al colaborador. Push no funciona. “ Cada individuo necesita comprender “para qué ese cambio es importante para él, personalmente” (Simon Sinek) La alternativa efectiva es el estilo Pull, que facilita, atrae, seduce, comparte, que incluye al colabo- rador. La persona necesita una “motiv-acción” para es- forzarse en un cambio. El rol del líder no es vender su visión del resultado que el cambio generará, sino co-facilitar el diseño de la visión de los resultados y be- neficios que ese cambio generará a su colaborador. La creación de imágenes de los beneficios o resultados futuros de una decisión activa el hipo- campo -que es la zona cerebral responsable de imaginar futuro- y el córtex cingulado anterior -involucrado en la toma de decisiones basadas en recompensas-. El resultado es el incremento de la capacidad para retrasar las recompensas inmediatas -las preferidas por el cerebro porque reducen el gasto energético- y, por tanto, redu- cir las elecciones impulsivas. La combinación de ambos efectos constituye un refuerzo en la cons- trucción de las nuevas conductas. Observa cómo las habilidades que necesita do- minar ese líder son muy diferentes -más bien Cuando nos enfrentamos a un cambio nece- sitamos diseñar y construir hábitos nuevos y, frecuentemente, desaprender o cancelar los ac- tuales. Eso equivale a decirle al cerebro “que está equivocado” y éste responde con la activación del centro emocional, la amígdala, que dispara la respuesta primitiva “huye o lucha”. Entonces aparecerá en tu ayuda el córtex prefrontal, la zona cerebral desarrollada más recientemente, que es capaz de invalidar la respuesta anterior. Sin embargo, las malas noticias son que el córtex prefrontal es muy ineficiente energéticamente y se fatigará pronto. La clave para el éxito reside en la persistencia, es 9