TALENTO ENE-FEB 2020 talentoENE2020 | Page 15

ne en todas esas consecuciones; no sólo en el cami- no hacia el logro, sino también en el mantenimiento de esas cosas una vez conseguidas. Tanto el hacer como el tener y el conseguir son distinciones muy útiles a efectos de impulsar cambios en nuestra vida y seleccionar aquellos que más nos convienen. La mayor parte de nosotros deseamos que los cam- bios que nos proponemos lleguen a producirse con el menor esfuerzo posible o, al menos, de la forma más rápida posible. Si a alguno nos dieran la opor- tunidad de tener un mando que nos permitiera, con solo apretar un botón, adelantar nuestra vida hasta llegar al esperado desenlace, no dudo de que más de uno lo estaríamos apretando a cada instante de nuestra existencia, como en la comedia de Frank Coraci “Click” -por cierto, un film bastante reco- mendable y de fuerte carga dramática a pesar de su trasfondo cómico-. Pasamos gran parte de nuestra vida deseando tener cosas, sin plantearnos deteni- damente todo el hacer que está involucrado en ellas. “ Es fácil que perdamos de vista que lo que tenemos en última instancia es fruto de lo que hacemos HACER está principalmente relacionado con las acciones y los procesos que llevamos a cabo. Podríamos decir que comprende todas las activi- dades conductuales que llevamos a cabo con el fin de obtener algo: las cosas que hago para con- seguir que la receta que estoy cocinando salga en el punto de sabor adecuado; o lo que hago para lograr aprender, educar, mantenerme en forma, influir en los demás etc. El hacer también está presente en aspectos que clásicamente no relacio- namos con actividades tangibles, como pueda ser el propio pensar (nuestros pensamientos son co- sas que hacemos) o nuestro sentir (la emociones y sentimientos que experimentamos también las generamos y las construimos desde nuestro hacer) Hacer tiene una importancia primordial, pues es muy fácil perder de vista que los resultados que obtenemos -buenos o malos- no son otra cosa FOTO: V.IVASH que la consecuencia inevitable de las acciones que hemos emprendido. Es mucho más útil poner énfasis en el camino que en el destino al que nos conduce ese camino. Si quieres perder peso, por ejemplo, probablemente sea más eficaz focalizarte en alimentarte de forma adecuada y hacer ejerci- cio que estar comprobando a cada día tu peso en la báscula. Con demasiada frecuencia, el hecho de focalizarnos en conseguir llegar a la “línea de meta” nos distrae del camino que conduce hasta ella. TENER implica un cierto sentido de posesión, así como el orgullo de permanencia que muchas ve-