ma en que haces las cosas. ¿Tu madre? ¿Un
profesor? ¿Un antiguo jefe?...
¿Ya lo tienes? Ahora respóndete a estas senci-
llas cuestiones:
- ¿Le admirabas, o aún le admiras?
- ¿En qué aspecto? (Técnicamente, por su inte-
gridad, coherencia, valores, conocimientos…)
- ¿Por qué era -es- admirable para ti? (Busca
ejemplos)
- ¿Qué cambios concretos ha generado en ti y
tu manera de actuar?
- Etc.
A falta de nuevos propósitos para 2018, creo
que esta es una forma genial de comenzarlo:
esforzándote para que tu imagen coincida con
la de aquél líder que te sedujo, multiplicando
así tu compromiso y resultados. Y, si además
tienes la responsabilidad de gestionar equi-
pos, preguntándote qué puedes hacer para
que ellos quieran parecerse un poco más a ti.
¡¡Feliz y desarrollador 2018!!
Y ya tienes explicado el concepto de referen-
cialidad. Y, de paso, también te has recordado
por qué le seguiste, por qué generaba influen-
cia en ti y por qué contaba con tu entusiasmo.
Por dar una última vuelta de tuerca al asunto,
puedes profundizar en él haciéndote un poco
de coaching a ti mismo. Por ejemplo:
- ¿Cómo de importante es para ti parecerte a
esa persona?
- De 0 a 10, ¿cuánto te pareces a ella en ese
factor referencial para ti?
- ¿Por qué te has dado esa puntuación y no
dos puntos menos?
- ¿Cómo tendrías que ser -y/o actuar- para ca-
lificarte con dos puntos más?
- ¿Qué primer paso quieres dar para conse-
guirlo?
- ¿Cómo sabrás que lo estás logrando?
- ¿Qué obstáculos podrías encontrarte?
29