El síndrome de asperger no es una entidad bien conocida ni fácil de identificar. De pequeños, muchos niños presentan SA suelen pasar desapercibidos: no presentan rasgos físicos específicos, su inteligencia formal es normal, sino alta, y sus dificultades sociales suelen ser atribuíseles a problemas de adaptación o personalidad. De ahí que algunos se reieren a él como el síndrome invisible.