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https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3303018.pdf
Sábato admite que “es difícil separar el conocimiento
vulgar del científico”; sin embargo, está de acuerdo con
la necesidad de trazar una línea divisoria. Dicha
necesidad se entiende a partir de una noción empírica y
positivista de la epistemología, es decir una noción
arbitraria en sus principios. Indudablemente, una de las
mayores ventajas de la prueba de la experiencia es su
imparcialidad
De hecho, la física siempre ha tenido una “proyección
decisiva sobre la concepción del mundo”. La naturaleza
decisiva de una concepción del mundo confirma el
carácter positivista de los fundamentos científicos de la
física. En realidad, el problema que plantea Sábato
deriva de que su concepción de la epistemología sólo
atiende a los problemas relacionados con el aumento de
conocimiento4 . Por ello Sábato insiste tanto en la
necesidad de una síntesis que reúna todas las teorías
válidas en un conjunto coherente.
El universo es diverso pero también es uno: por debajo de la
infinita diversidad ha de haber una trama unitaria que debe ser
descubierta mediante esfuerzos de síntesis; pero cada día que
pasa va siendo más difícil realizar síntesis por la creciente
abstracción, complejidad y masa de hechos diversos que hay
que abarcar; y cuando surge alguno capaz de un esfuerzo de
universalidad –como Whitehead– es parcialmente entendido y
equivocadamente juzgado. [...] A los hombres de espíritu
universal sólo les queda el recurso de la melancolía. (108, 109)
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