"Frecuentemente está acompañada con síntomas como lagrimeo, picazón ocular y/o de oídos, paladar y tos seca. Suele clasificarse, en función a la temporalidad de los síntomas, en estacional o crónica", explica Sebastián Orellana, docente de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.
Asimismo, la conjuntivitis alérgica es una inflamación de la conjuntiva ocular. Suele presentarse asociada a la rinitis alérgica. La sintomatología se caracteriza por prurito, enrojecimiento y lagrimeo, los párpados se pueden hinchar, pero no afecta la capacidad visual, comenta Orellana.
Según el profesional, otras de las molestias típicas de este periodo en que ataca la alergia son:
Otitis alérgica: inflamación de los conductos del oído. Como consecuencia, se origina mala ventilación e irritación de la mucosa del oído,
que se manifiesta como picazón, sensación de oídos tapados, dolor, disminución de la audición y ruidos al tragar.
Para evitar los ácaros en la casa es necesario:
- Limpieza frecuente, sin barrer para evitar levantar polvo, prefiera la aspiradora.
- Evite las alfombras, almohadas de pluma, peluches y el closet llenos de ropa, especialmente en el dormitorio.
- Aspire con frecuencia los colchones.
- Lave a menudo con agua caliente la ropa de cama, cortinas y cualquier otro tejido susceptible de acumular polvo.
- Utilizar, cuando sea posible, deshumidificadores y purificadores de aire.
Para evitar los hongos:
- Evitar los focos de humedad.
- No olvide que el sol y la ventilación son los principales enemigos de los hongos.
Para evitar el polen (en primavera):
- Cuando salga de vacaciones, prefiera la playa sobre el campo.
- Utilice el aire acondicionado en vez de abrir las ventanas.
- Evitar estar en lugares abiertos en los días soleados y con viento.
- Pulverizar con agua las habitaciones de su casa.
Caspa y/o pelos de animales:
- La solución más eficaz es apartarlos por completo de su casa. También puede mantener el pelaje del animal lo más corto posible y bañarlo periódicamente