Summa Coaching Edición 17 Revista Summa Coaching Edición 17 | Page 37
Ahora, en cuanto al tema que me
refiero y quiero transmitirles a us-
tedes queridos lectores, es que nos
resultan dolorosos o confusos los
siguientes estados: el no saber, la
duda, el conflicto de intereses, gus-
tos o comportamientos opuestos,
etc., porque cuestionan o contra-
dicen a esta clasificación o codi-
ficación que hacemos para todo.
Es bueno, entendamos, que este
condicionamiento clasificador es
parte inherente a nuestra naturale-
za humana, pero la consciencia en-
tendida como Dios, Ser, Inteligencia
Superior, Universo o como se sien-
tan más cómodos llamándole, son
ustedes también, es parte de uste-
des; así que pueden acceder a ella
cuando quieran.
Estos estados: el no saber, la duda,
el conflicto de intereses, gustos o
comportamientos opuestos, etc.,
son precisamente las ventanas, la
escapatoria de la trampa. Pero son
tan temidas y duelen tanto, porque
redefinen la concepción de nues-
tro mundo, nuestros significados,
nuestro sistema de ideas. Por ende,
esto implica renunciar a uno mis-
mo y a muchas otras cosas, como al
tener la razón, como renunciar a la
“verdad”, como contradecir a otros
o en ocasiones hasta a uno mismo.
Vamos paso por paso. En el caso
del no saber, nos reconocemos ig-
norantes. Estamos frente a una si-
tuación, pero no tenemos la menor
idea de cómo abordarlo o resol-
verlo, porque nunca hemos estado
en esa posición. El no saber es un
punto cero, una cuenta nueva, un
comienzo. Como todo comienzo
implica de trabajo, de aprendizaje,
adaptación, reconocimiento, ensa-
yo y error, etc., pero vean que se
trata de la bendición de un comien-
zo, es nacer de nuevo, es otra opor-
tunidad. Y además de todo, al no sa-
ber no estamos condicionados, no no saber calarnos o medirnos con
la situación y eso es lo que genera
inseguridad, pues el ego se mide en
tamaños. Pero el todo no tiene ta-
maño, está ahí en su totalidad para
ser experimentado y reconocido. El
no saber es en realidad un reseteo,
un descondicionamiento, se entra a
la experiencia misma de la realidad
sin filtros, por su puesto eso no le
gusta al ego porque se diluye en el
estamos programados, lo cual nos
deja en libertad de entrar limpios
a la situación sin predisposiciones
y podemos empaparnos e involu-
crarnos de mejor manera dado que
no hay expectativas y no sabemos
con qué nos podemos encontrar.
Esto en los seres humanos genera
mucho miedo e incertidumbre, por-
que es algo que no podemos medir
ni calcular, y ¡Voila! justo ahí está
el regalo, la bendición, justamente
porque no se puede medir, es decir,
no se puede catalogar ni enjuiciar,
lo cual permite que nuestra expe-
riencia sea fresca y libre de atadu-
ras. Pero démonos cuenta que la
incertidumbre o miedo proviene de todo y deja de ser especial u único.
Así que queridos lectores los invito
a desafiar la línea de los comienzos,
de lo nuevo y los no sé, pues vivirán
en un eterno renacer y libres.
Ahora, abordando la duda, esa es
muy buena. Nada genera el sentir-
se más perdido que la duda, pero
en realidad esta es síntoma certe-
ro de una mente liberada, crítica y
abriéndose paso a sus propios va-
lores. Una mente que duda es una
mente fuerte, porque no se está
dejando influenciar y está permi-
tiendo un espacio para la reflexión
y el hallazgo de respuestas propias.
2018 |
corregirte, pero, lo que estamos
dejando de ver es que cada singu-
laridad aporta belleza, encuadre,
simetría, sintonía, armonía a todo
el contexto.
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