Summa Coaching Edición 15 Revista Summa Coaching Edición 15 | Page 56
+ ARTE & TRANSFORMACIÓN
¿Cuál fue la última
vez que te diste
permiso de no
pensar?
De no pensar en
aquello que te
hace daño. ¿Cuán-
do fue la última
vez que dejaste ir
un mal recuerdo?
O peor aun ¿Qué
tan viejo es el do-
lor que traes car-
gando ahora?
Imagina que en-
tras en tu cuarto
y cierras la puerta
por dentro, con
unas ganas inmen-
sas de salir, pero tú
mismo te impides abrir la
puerta.
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Esos son los verdaderos
enemigos a los que nos en-
frentamos, aquellos pen-
samientos recurrentes
de los cuales, y siendo
honestos, no te quie-
res deshacer, y digo
no te quieres deshacer
porque es mucho más
fácil estar en una zona
de confort, que hacer
frente a la situación,
además la falta de ca-
pacidad de poder reco-
nocer los errores que
hemos tenido en esa
relación y la falta de acep-
tación de los demás.
Todo lo que resistimos
mentalmente lo transfor-
mamos en enemigo; si no
te gustan tus manos, ellas
son tus enemigas, si no te
gusta la lluvia, el calor, ellos
son tus enemigos, si no te
gusta la persona que está a
tu lado, esa tos, aquel rui-
do, si no te gusta tu figura,
tu cabello, tus dientes, los
conviertes en tu enemigos;
despiertan en ti los mismos
sentimientos de repulsa
tú les das vida con resis-
tencias mentales.
Si rechazas a tu vecino lo
conviertes en tu enemigo,
pero el problema no está
en él, sino en ti; la enemis-
tad crece en la medida que
El bien y el mal nunca entran
de afuera para dentro ,
sino que siempre salen
de adentro para afuera.
que un verdadero enemi-
go, y comienzas a tratarte
a ti mismo con hostilidad,
como si fueras enemigo de
ti mismo, avergonzándote,
y avergonzarse equivale a
castigarse uno mismo. Los
enemigos están pues, den-
tro del hombre, en cuanto
aumenta la repulsa en tu
corazón. Si te desagrada
la voz de esa persona, el
modo de ser de aquella,
la manera de caminar de
aquel otro, esta actitud,
aquella reacción, tu alma
puede acabar convirtién-
dose en una ciudadela
rodeada de
enemigos por
todas partes.
De este ma-
nera, millares
de aconteci-
mientos exte-
riores pueden
ir
desper-
tando en ti,
sentimientos
hostiles, re-
acciones aira-
das, impulsos
de violencia;
ahora bien,
si el hombre
acaba cons-
tituyéndo -
se enemigo
de lo que le
desagrada puede llegar a
transformarse en un ser
infinitamente sombrío, te-
meroso y temible a la vez,
y enemigo de la humani-
dad, y puede entrar en el
siguiente círculo vicioso.
Cuanto más le desagradan
las cosas más las rechaza,
y cuanto más las rechaza
más le desagradan. Es ne-
cesario salir de estos círcu-
los de fuego.
Cuando un sujeto está irri-
tado todo le irrita, cuando
está desasosegado todo lo
molesta, los defectos con-
génitos de personalidad
aumentan en la medida
en que aumenta el estado
nervioso del sujeto. Una
persona rencorosa es mu-
cho más rencorosa cuando
está nerviosa; un tipo iras-
cible se pone al borde de la
locura cuando se halla en
una crisis de nervios; una