Summa Coaching Edición 15 Revista Summa Coaching Edición 15 | Page 21

CREAR LA PROPIA VIDA INVERTIR TIEMPO Y ENERGÍA EN EL COMPROMISO DE TRANSFORMAR EL SER Lic. En Servicio Social Asesora de Empresas en Desarrollo Personal Docente de Formación Profesional S Ser creativo es asumir cada situación como un desafío, sin recetas, sin guiones de hierro; sin embargo, al te- ner claro el fin, el camino va mostrando los medios a los que se puede distinguir para elegir. El arquitecto de su propia vida concibe a la mente como una servidora que le permite estar abierto a la realidad, vivir libre del juicio y de la necesidad de controlar al otro. Se cen- tra en una conciencia ge- neradora de presencia y aceptación, ambas llaves maestras para encontrar la paz. Trabaja sus partes no resueltas para evitar que la vida las imponga a través de situaciones adversas. Transforma las creencias en criterios y principios, sabiendo que éstos son dinámicos, por lo tanto podrán modificarse sin culpa de haber trasgre- dido una norma. El protagonista de su vida no relaciona la alta efec- tividad con altas dosis de sufrimiento. El foco estará en las personas, no en los resultados, ya que éstos vendrán por añadidura cuando los sujetos modifi- quen su hacer producto de las libres elecciones. Los creativos dejan huella porque trabajan para la comunidad, es decir, para poner en común, y buscan que otros vivan desde la conciencia. No hay posibilidades de crecer en el SER si no se incorpora la noción del OTRO como nuestro CO-CREADOR de experiencias. La construcción de nues- tro ser suele llevar como compañeros de viaje a las expectativas, al miedo al fracaso, a las arraigadas zonas de confort, al loro parlanchin que nos cuenta quiénes éramos; parte de este proceso es no que- dar atrapado en su relato, interpelarlos e ir en bús- queda de la forma en que queremos sentirnos hoy. Cuando se diseña el modo en que queremos ser, que- dan atrás los tiempos de atajar penales, poner par- ches en vacíos existencia- les, guardar desechos bajo la alfombra o quedarnos agotados pataleando en el oleaje emocional, vivir atado al reloj contando minutos de una carrera sin fin. Colgar cuadros con tí- tulos, comprar para calmar angustias y tener miedo a envejecer, porque se tiene la convicción que al hacer lo que se ama y al cumplir con el propio sentido de la vida, ésta no se agota. La persona que trabaja en su ser, nutre sus ambien- tes, riega esperanza que ayuda a los grupos a evo- lucionar, pinta sonrisas en rostros dolientes y mues- tra con su propio existir que el aprendizaje es par- te de lo cotidiano, que lo que parece malo puede transformarse en una gran oportunidad y que decir que algo es bueno es solo un juicio que podrá variar. Los invito a sentirse com- pletos desde este estar siendo, desarrollar el arte de permitir que las per- sonas y las situaciones se muevan en sus propias búsquedas y a dudar de las verdades únicas e in- mutables para avanzar en este camino sin límites de la propia transformación del ser. Por: Marcela Palmucci 21