Summa Coaching Edición 14 Summa Coaching Edición 14 | Page 9
> HERRAMIENTAS PARA EL COACH
Y no hablo de ponerme en
los zapatos del coachee,
sino de ser el coachee. ¿A
qué me refiero? A experi-
mentar al coaching de pri-
mera mano, a aprender de
nuestra práctica a través de
la experiencia de una ma-
nera continúa. Saber lo que
se siente abrirse y tener
que mostrarse vulnerable
frente a alguien; el soltar y
permitir otro nos observe y
conduzca; el vivir las meto-
dologías y reconocer cómo
se atraviesan, dónde ato-
ran, dónde duelen, dónde
ayudan y liberan.
Propongo la experiencia,
no para decirles a nuestros
clientes qué hacer, sino
para empatizar y saber por
dónde conducirlos y acom-
pañarlos porque ya tene-
mos un camino recorrido.
No porque sé cómo se
hace, sino porque sé cómo
se vive, se siente, se experi-
menta, es decir, que soy ca-
paz de identificar y ver sus
áreas de mejora, porque he
sido capaz de reconocerlas
en mí mismo. Considero
que como coaches debe-
mos hacer del ser un coa-
chee una práctica continua,
tacto, compasión, pacien-
cia, nos regresa y centra
en los seres humanos que
tenemos enfrente. Nos
permite leer más allá de las
palabras, intuir, nos hace
más sabios, pero por cono-
cimiento de causa.
No hay liderazgo sin
confianza y esa confianza
comienza en uno mismo
y finalmente se extiende
hacia otros.
tanto para nuestro propio
desarrollo humano como
por el de nuestra práctica
por añadidura.
La empatía es un don, es
una escucha mejorada. Hay
que ponerla en práctica.
Nos sensibiliza, nos otorga
El coaching habla mucho
de liderazgo, promueve y
promete liderazgo. Bueno,
pues hace falta hacernos
más líderes día con día,
¿cómo? Pues facilitando
nuestro propio desarrollo,
autoconocimiento, conduc-
ción de nuestras vidas; al
hacerlo nos damos cuenta
de nuestros logros a pe-
sar de todos nuestros re-
tos, y esa realización es la
que nos da la confianza en
nuestros clientes, en los
procesos, en los resultados,
en el coaching como herra-
mienta para prosperar.
No hay liderazgo sin con-
fianza y esa confianza co-
mienza en uno mismo y fi-
nalmente se extiende hacia
afuera, hacia otros. Ser el
aprendiz o en este caso el
coachee es un buen lugar,
donde hay para más, creci-
miento, conocimiento, sa
biduría interna o externa
de dónde provenga no es lo
importante, es sabiduría al
final del día.
Echemos mano de nuestros
colegas, amigos y socios en
esta práctica, beneficiémo-
nos de esta fuente y red de
apoyo tan inmediata, que
nos ayuden a clarificarnos,
dejémonos enseñar no solo
por su experiencia sino por
su testimonio, dejémonos
inspirar por ellos. Seamos
coachees.
Lectura in teligente
@revistasummacoaching
2018
Escribo indagando como
coach pero con la intención
de ponernos del otro lado
de la pregunta, de situar-
nos como coachees.
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