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» EL PODER DEL AMOR
Edición 4 Julio 2017 Pág 30
INTELIGENCIA EMOCIONAL
¿EDUCABLE?
ciones se generan habitualmente como respuesta a un acontecimiento
externo o interno”.
Partiendo de que la inteligencia y la emoción son indispensables para la
sana convivencia entre dos personas, máxime entre una sociedad pla-
gada de violencia y analfabetismo emocional, la educación emocional es
educable, como cualquier tipo de inteligencia, por lo tanto gobernable,
educable, aplicable y conlleva salud emocional, cognitiva y espiritual.
Indispensable tomar conciencia de su existencia aceptarlas, amarlas, y
Hablar de las diferentes inteligencias
humanas es conocer los muchos caminos que
llevan a la felicidad, conociéndose y
conociendo al otro.
El concepto general de inteligencia es
adaptarse, elegir, ir a fondo de algo, es ser capaz
de encontrar soluciones.
L
as modas son parte de la cultura en todo lugar, en el ámbito de la psi-
cología y pedagogía también prevalecen. En la actualidad encontramos
abundante literatura sobre la inteligencia emocional, lo que quiero com-
partirte es que no es algo nuevo, desde los antiguos griegos ya existían
reflexiones acerca de las emociones y la actualidad.
Hablar de las diferentes inteligencias humanas es conocer los muchos cami-
nos que llevan a la felicidad, conociéndose y conociendo al otro. El concepto
general de inteligencia es adaptarse, elegir, ir a fondo de algo, es ser capaz de
encontrar soluciones.
Hay muchas inteligencias que se han postulado (Salovey y Mayer), sin embar-
go, fue Goleman quien dirige la nueva corriente, es como saber que esa inte-
ligencia de la que fuiste dotado, la emocional, te hace más inteligente, porque
desde una perspectiva psicopedagógica en lo educativo se va poniendo mayor
esfuerzo para incorporarlo a los programas y lograr un cambio en la problemá-
tica comportamental; uno de los principales generadores de la violencia que
existe es la carencia de habilidades emocionales.
Los colegios están plagados de maestros, padres y alumnos analfabetas emo-
cionales. Parece que lo esencial ha dejado de serlo; algunas escuelas como
lugar de adquisición de conocimiento para tener, haciendo a un lado el Ser,
otras, intentando hacer lo mejor desde las habilidades sociales que implican la
educación emocional.
Las teorías conductistas de Watson y Skinner definen la emoción como “una
predisposición a actuar de determinada manera”, los diccionarios como: “esta-
do afectivo intenso y relativamente breve, acompañada de fuertes movimientos
expresivos y asociadas a sensaciones corporales”, y así, podemos encontrar
muchas definiciones, pero, una que me parece muy completa, es la aportada
por Bisquerra (2000) “Un estado del organismo caracterizado por una excita-
ción o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Las emo-
Del Autor:
hacer lo mejor con ellas, porque son parte de todos nosotros como seres
humanos queriendo ser cada vez mejores personas, construyendo comu-
nitariamente una sociedad armoniosa y equilibrada.
Se habla de emociones positivas, yo les diría más placenteras y otras
como el enojo, los celos que no sacan precisamente lo mejor de cada
quién.
Reitero que es necesario reconocerlas desde las sensaciones para po-
der nombrar esa emoción. Muchos acostumbran a decir estoy deprimido,
deprimida, cuando lo que puede haber es una profunda tristeza, algo que
para mí es básico; si quieres dar un taller, curso o conferencia sobre
inteligencia emocional, por lo menos maneja las emociones básicas para
ser un claro ejemplo de la forma en que el otro puede aprender de ellas,
para descubrirse y saber qué sensación está llegando para manejarla,
no callarla.
Ésta es para mí una estrategia; ya viene esa sensación, lo afronto sobre
todo ante situaciones emocionalmente difíciles que ya he detectado y ten-
go la consciencia de que algo conocido viene a mi estar como persona,
es como lograr el control de nuestros impulsos y recursos personales. Es
alcanzar autocontrol emocional manejando adecuadamente las emocio-
nes, el ideal sería la ausencia de explosiones emocionales o estallidos
irascibles y descontrolados, sí existen personas que llegaron a ello, como
Juan XXIII, Gandhi, Edith Stein, y muchos más.
La educación emocional es todo un reto que no todos están dispuestos
a correr, es desnudar tu intimida