LETI BOTE
DIRECTORA EDITORIAL
En esta ocasión te contaré un poco de mí:
Mi edad es 35 años.
Tengo una hermosa hija de 10 años que me enseña y me inspi-
ra, es creativa y talentosa, es una artista.
Yo soy una mujer soñadora, amo la vida. Amo contemplar los
paisajes y conectarme con la naturaleza y el universo entero,
disfruto saborear ese suspiro profundo que me llena de la pre-
sencia del amor infinito y la serenidad que expande mi corazón
y engrandece mi alma.
Disfruto de la música que hace vibrar y activarme energetica-
mente. Me fascina la frescura del verde de los árboles que me
transmiten vitalidad, me encanta la inmensidad del azul del
cielo y del mar que me ofrecen un extenso espacio para exten-
der mis alas y volar, y finalmente, amo el resplandeciente ama-
rillo del sol, de la luna y de todas las estrellas que me cuentan
que su brillo no es más que un reflejo de la luz de mi interior.
Descubrir mi luz, brillar e inspirar es el porqué de mi existir en
este maravilloso plano físico.
¡Sígueme!
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• Directora Editorial por gusto, por amor y por elección.
Una gran oportunidad que llegó sin haberla buscado, un reto
nuevo que me invitó a experimentarme en algo que nunca ha-
bía ni siquiera imaginado.
Esta valiosa labor me conquistó y disfruto la revista cada mes.
Hoy después de doce ediciones publicadas, agradezco la opor-
tunidad y la confianza. Y agradezco cada una de las líneas, fra-
ses y palabras que se quedado resonando en mí de una manera
muy especial.
• Maestra de meditación por amor y pasión.
(Próximante)
La espiritualidad es parte de mí como lo es mi corazón o mis
órganos internos. Disfruto del silencio, la quietud y la armonía
que me da la respiración, gozo estar a solas conmigo, escuchar-
me y amarme; me gusta contemplar la naturaleza, observar su
perfección y sentirme parte de ella. Es maravilloso ese estado
donde asciendo a un plano infinito de amor y luz, en el que,
en conexión con ese gran SER recibo toda fortaleza y vitalidad.
Disponerm e a acompañar a otras personas para que sientan
su amor, vean su esencia y su grandeza extraordinaria en su
interior, es sin duda algo que me entusiasma, me mueve, me
apasiona y le da brillo a mis ojos.
• Coach Humanista por gusto personal.
Ser coach surge de la necesidad de trabajar en mi efectividad
personal. El coaching me brinda la visión de transformar el ca-
mino y dar más pasos de los que creía podía dar. Es extraordi-
naria esa donde me escucho y me veo
fuera de la dificultad con una nueva distinción en mi capacidad
para crecer.
Destaco mi gusto y fascinación por el desarrollo humano; a
través del coaching veo el medio para acompañar a otras per-
sonas a enfocarse en su toda su capacidad y talentos para con-
quistar sus sueños.
•Administradora de profesión.
Dedicada a las empresas durante 18 años con grandes oportu-
nidades y retos en los que aprendí que en las organizaciones
como en cualquier otra institución, incluso en la familia, los
grandes resultados se logran a base de la suma de pequeños
cambios, cambios que requieren de toda fuerza, constancia
y atención, que deben iniciarse personalmente, es decir, no
esperar –que el otro lo haga o que el otro cambie– para que
los resultados se den. El reto mayor es y seguirá siendo, desde
mi óptica, lograr el compromiso y responsabilidad de todos,
iniciando de manera individual. Sumando las acciones y apor-
taciones.
El éxito es la suma de todos los esfuerzos desde el director
hasta el que ocupa un cargo menor, y todos sin excepción im-
pactan significativamente en la cadena o proceso general de la
organización.
Es un placer este acercamiento y te invito a que me leas en la
carta editorial que se publica en cada una de las ediciones de
Summa Coaching.
¡Hasta pronto!