Es muy triste que en pleno siglo XXI cuando se supone que somos más evolucionados sigamos dejando que nuestras diferencias nos separen; los colores de piel, las religiones, las costumbres, las ideologías politicas, los generos e incluso los gustos y preferencias.
Ya para finalizar me gustaría resaltar que la maravilla de una sociedad es que “las personas cambien a las personas”, que dejemos una huella en cada persona que conocemos y que podamos aprender de la cultura de cada persona para enriquecer nuestro ser. Y que el mejor camino para lograr esto es el de la tolerancia y el respeto.