Spanish ACAMS Today (Septiembre-Noviembre 2014) Vol. 13 No. 4 | Page 65

CUMPLIMIENTO información sobre lo que está pasando “arriba”. Un oficial de cumplimiento efectivo trabaja duro para establecer canales de información en este ámbito y para asegurar un “asiento a la mesa” para las discusiones de productos y de servicios. Por último, en esta rutina diaria pueden aparecer encuentros inesperados. Estas reuniones pueden incluir preguntas de auditores y reguladores inquisitivos, agentes del orden que buscan información, justificaciones del personal del presupuesto o administrativo, entre otros. un almuerzo de cinco minutos sin prisa (de nuevo, un lujo para algunos). Por lo tanto, esto plantea la pregunta: ¿Por qué molestarse? ¿Quién en su sano juicio querría ser un oficial de cumplimiento? ¿Quiénes son estos hombres y mujeres que soportan a diario la presión y, a menudo, la falta de aprecio por hacer un trabajo muy difícil y, a veces aparentemente imposible? El tipo de reunión menos gustado, que ojalá no ocurra todos los días, es el de la decisión de justificación del cumplimiento. Esta reunión por lo general se lleva a cabo con los ejecutivos de ventas que quieren saber por qué usted rechazó o eliminó a un cliente por razones de riesgo; los ejecutivos de marketing quieren saber por qué su nuevo servicio para clientes de alto riesgo no ha recibido su aprobación; y el favorito máximo de todo el mundo, los ejecutivos de alto nivel que quieren que justifique su existencia una vez más, ya que su tarea no es una línea de ingresos económicos. Las respuestas varían. Algunos lo ven como un paso que hay que soportar en el camino a un mejor trabajo. Algunos lo hacen porque las opciones de empleo eran limitadas y había poca competencia debido a la reconocida tensión del trabajo. Algunos lo ven como una contribución al bien común. Mientras que el trabajo es una de las normativas reglamentarias para una organización, el cliente final lo constituyen los agentes del orden. Sin embargo, aquellos que buscan un cargo de cumplimiento pensando que acompañarán a los del FBI cuando agarran a uno que tramó un esquema Ponzi o a la DEA en una gran redada de drogas, o con Interpol cuando una red de trata humana se desarticula, se verá muy decepcionado. Los oficiales