D E SAFÍOS ANTI LAVAD O
L
os últimos 50 años han marcado
una época en que se produjo
un cambio de paradigma en la
forma en que los humanos interactúan con la
electrónica y la tecnología. Las sociedades de
todo el mundo han sido testigos de los avances
tecnológicos a un ritmo que no se veía desde la
Revolución Industrial del siglo XIX ya que las
computadoras se han convertido en una parte
integral de las infraestructuras de muchas
naciones. Desde una perspectiva estadounidense, la velocidad de desarrollo, la mejora
continua y el uso avanzado de las computadoras, así como la explosión de las industrias
ancilares relacionadas con la computación
han sido poco menos que asombrosos. Desde
las computadoras de mesa y las portátiles, a
tabletas, televisores de pantalla plana, dispositivos GPS, teléfonos inteligentes y “apps”, la
tecnología ha redefinido cómo se vive en la
civilización moderna y mantiene la promesa de
maravillas por descubrir.
No hay aspecto de la vida moderna en las
economías industrializadas del mundo que
no haya sido tocado por la tecnología, y los
avances en los servicios bancarios y financieros, al igual que muchos otros sectores, han
estado sin duda en el centro de este fenómeno
moderno. Ténganse en cuenta las características tecnológicas que se han convertido en los pilares de la moderna banca en el
mundo occidental y los múltiples puntos de
acceso al sistema financiero que han surgido
para los consumidores debido a las computadoras y, de manera aun más crítica, las capacidades creadas o mejoradas por Internet:
cajeros automáticos; tarjetas de débito y
de crédito; terminales de puntos de venta;
servicio completo de banca en línea, cuentas
de corretaje y el comercio en línea; las solicitudes de préstamo en línea y las aprobaciones
de crédito instantáneo; la banca a través de
dispositivos móviles; y depósitos de cheques a
través de teléfonos inteligentes.
Más recientemente, el aumento de las monedas
virtuales o alternativas, tales como “bitcoin”
sólo ha reforzado la agitación dentro del sector
bancario y de servicios financieros, que sigue
en la estela de los avances tecnológicos. Y
ahí está el problema. Como con cualquier
número de avances humanos, los descubrimientos benévolos desafortunadamente
también pueden ser usados de mala manera
por personas con motivos ocultos. A continuación se destacan algunos de los efectos de la
tecnología sobre la reglamentación y el sector
bancario y de servicios financieros desde una
perspectiva de antilavado de dinero (ALD),
posibles objetivos para los profesionales de
ALD para tener en cuenta en la ejecución de
sus funciones, y desafíos futuros.
Una mirada de BSA/ALD
de vuelta al futuro
La convergencia de cumplimiento de ALD
con la tecnología de la información (TI) tiene
una historia ilustre, pero para simplificar,
una perspectiva estadounidense se tomará
para revisar del tema de la ciberdelincuencia
debido en gran parte al papel actual de los
EE.UU. como posiblemente el epicentro de la
innovación tecnológica y de reglamentación
con respecto al ALD. Sin embargo, como se
analizará, a pesar de que los EE.UU. pueden
haber comenzado la carrera tecnológica,
pueden no terminar necesariamente cerca
del primer lugar.
Ciertamente el delito ha sido parte de la
sociedad desde los albores de la civilización
humana. Sin embargo, las actividades delictivas globales a gran escala facilitadas directamente a través del uso de la tecnología y
relacionadas con el tráfico y los delitos financieros de todo tipo son un fenómeno moderno.
Las posibilidades de que los delincuentes
extiendan sus hazañas desde la comodidad de
sus computadoras portátiles crecieron exponencialmente como resultado directo de los
avances en la computación. Esta amenaza a la
estabilidad tanto de los servicios financieros y
los sectores de TI sólo aumentan a medida que
han pasado los años, especialmente durante
la década de 1990. Aunque de forma reactiva,
las regulaciones estadounidenses se adaptaron
gradualmente a lo largo de los años desde la
década de 1970 en respuesta a las tendencias
delictivas y para hacer frente a las lagunas en
los regímenes de lucha contra el delito y el ALD
del país de la siguiente manera:
• El Congreso de los EE.UU. aprobó en 1970
lo que se conoce como la Ley de Secreto
Bancario (BSA), el establecimiento de
requisitos de mantenimiento de registros
de transacciones e información por los
particulares, los bancos y otras instituciones
financieras;
• La Ley de Control de Lavado de Dinero de
1986 les impuso responsabilidad penal a las
personas o instituciones financieras que, a
sabiendas, ayudan en el lavado de dinero;
• La Ley Contra el Lavado de Dinero
Annunzio-Wylie fue promulgada en 1992
para fortalecer las sanciones por violaciones
de la BSA y el papel del Tesoro de los EE.UU.;
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