Spanish ACAMS Today (Septiembre-Noviembre 2014) Vol. 13 No. 4 | Page 64

CUMPLIMIENTO Los oficiales de cumplimiento despiertan cada mañana con pensamientos del día, de la semana y el mes anterior y de los que vendrán. Ya han aceptado el hecho de que la mayor parte de lo que han planeado hacer ese día no va a suceder porque otras cosas tendrán prioridad con la aprobación o no del oficial de cumplimiento. Desayunar (un lujo para algunos) resulta secundario respecto de una revisión de correos electrónicos recibidos la noche anterior, devorando noticias financieras, regulatorias y delictivas de todo el mundo y noticias específicas sobre las personas u organizaciones que han obtenido un estatus de diligencia debida mejorada. Escuchar, analizar, decidir y delegar El viaje al trabajo a menudo se llena de llamadas telefónicas para concertar reuniones de última hora o dar nuevas instrucciones diarias a los funcionarios y compañeros de trabajo. Por supuesto, todo buen oficial de cumplimiento usa un teléfono de manos libres si está manejando y se da cuenta de que la situación del tránsito tiene prioridad sobre cualquier informe de actividades sospechosas (SAR)/decisión de no hacer un SAR. Una vez que un oficial de cumplimiento entra en la oficina, él o ella debe enfrentar la larga fila de los que necesitan decisiones inmediatas sobre temas complejos, otros con información muy detallada ya vieja, irrelevante o que realmente podría haber esperado, y un aluvión de quejas de parte de colegas, por lo general de comercialización o ventas, sobre decisiones tomadas en nombre de cumplimiento. Este ejercicio se puede evitar, de manera temporal, si la primera reunión del día se hace en oficinas 64 externas, en el despacho de un proveedor, o tal vez donde un cliente que merece una visita para conocer el negocio mejor. Debe ser obvio ahora que la mayor parte de un día típico de trabajo está lleno de interacción con otros. Los que buscan un empleo de oficial de cumplimiento, con antecedentes en tareas de análisis, deben darse cuenta de que revisar cifras—una tarea fundamental para cualquier oficial de cumplimiento, independientemente del número de individuos que conforman el personal—debe por lo general relegarse a después de horas y, a menudo, a después de la cena. Las claves del éxito de un oficial de cumplimiento frecuentemente se encuentran en la capacidad de trabajar bien con los demás, de formar equipos efectivos y grupos de trabajo, de fomentar acuerdos internos de cooperación mutua y de construir relaciones efectivas con auditores, reguladores y agentes del orden. Nos guste o no, un buen oficial de cumplimiento es una “persona con don de gentes”. Entonces, ¿cómo afecta el trabajo el don de gentes? Miremos la lista de reuniones de un día típico. Una reunión del personal es una buena manera de empezar. Esta reunión podría incluir a su gente líder en tecnología, inteligencia financiera, capacitación y asignaciones especiales. O podría ser un pequeño equipo donde cada uno hace lo que tiene que hacer y las responsabilidades con frecuencia se reparten por disponibilidad. También podría ser simplemente mirarse en una pantalla de computadora. No importa el tamaño y la composición de su personal, la delegación y el triage son las tareas primarias. Todos los días usted va a controlar una lista cam