POLÍTICA ANTILAVADO
Ricitos de Oro
y las tres sanciones
E
n el cuento de hadas, la niñita Ricitos
de Oro tenía una opción de tres camas
en las cuales hacer una siesta. La cama
del padre era demasiado dura, la de la madre era
demasiado suave, y sólo la cama del bebé oso era
lo suficientemente cómoda para que durmiera
en ella. De manera similar, los programas de
sanciones económicas pueden ser ineficaces,
alcanzar sus objetivos deseados, o ser tan punitivos que resultan contraproducentes.
Las sanciones económicas son promulgadas
para lograr uno de una serie de objetivos,
algunos no reconocidos en público:
• Expresar la desaprobación de conducta
específica (incluyendo a los ciudadanos del
país que impone las sanciones)
• Para dificultarles a las entidades sancionadas a
continuar con el comportamiento no deseado
• Proporcionar incentivos económicos para
que las entidades sancionadas cambien su
conducta
Para tener eficacia en introducir cambios
en el comportamiento, los que imponen las
sanciones tienen que ejercer influencia sobre
los sancionados, de lo contrario, no hay ni
castigo ni incentivo para cambiar.
Demasiado suave: Guinea-Bissau y Cuba
El pequeño país de África occidental de GuineaBissau puede ser desconocido para muchos de
los lectores de ACAMS Today. Ha tenido una
historia tumultuosa desde que obtuvo la independencia de Portugal en 1974. Ha tenido no
menos de cinco golpes o asesinatos presidenciales en los 40 años de existencia del país.
El golpe más reciente, de 2012, dio lugar a
sanciones de las Naciones Unidas, que luego
fueron también promulgadas por la Unión
Europea, la Comunidad Económica de los
Estados del África Occidental (CEDEAO), el
Reino Unido, Canadá, Australia y Suiza. Los
EE.UU. se encuentran notablemente ausentes
de la lista. ¿Por qué?
La Oficina de Control de Activos Extranjeros
(OFAC) no ha sancionado a Guinea-Bissau,
en parte, porque carece de poder para efectuar cambios. De acuerdo con los sitios web
gubernamentales, el pequeño país es el socio
comercial número 195 de los EE.UU.; dicho de
otro modo, uno de los más pequeños. En 2010,
por ejemplo, un 0,95 por ciento de las exportaciones de Guinea-Bissau cruzó el Atlántico. Las
sanciones de los EE.UU. si bien expresarían
desaprobación, no proporcionarían el incentivo
para que el gobierno enmiende.
Por lo tanto, ¿serían las sanciones eficaces,
incluso en ausencia de la participación de los
EE.UU.? En una palabra, no. Esto es en parte
debido a que el único país que podría tener
influencia sobre Guinea-Bissau no ha promulgado sanciones en su contra. En los últimos
años, la India ha sido regularmente el destino
de la mayoría de las exportaciones de GuineaBissau. El pequeño país exporta principalmente
frutos secos y pescado y se ha convertido en el
sexto mayor productor mundial de castañas de
acajú, un elemento básico de la cocina india.
Incluso si la India prohibiera el comercio con
Guinea-Bissau, no hay garantía de que esto haría
que los líderes militares cambiaran de rumbo.
El país es uno de los más pobres del mundo, no
está claro que un mayor perjuicio a su economía
80 ACAMS TODAY | MARZO–MAYO 2014 | ACAMS.ORG/ESPANOL | ACAMSTODAY.ORG
tendría mucho sentido para una población que
tiene tan poco. Así que, tal vez ni siquiera la India
tiene influencia sobre la junta de gobierno.
La nación caribeña de Cuba presenta otro
ejemplo vívido de las sanciones que no logran
sus objetivos. Los EE.UU. han mantenido un
cierto nivel de sanciones, ya que embargó el
comercio con Cuba a raíz de la Revolución
Cubana que depuso el gobierno de Batista y,
a raíz de esto, la nacionalización de importantes activos comerciales pertenecientes
a estadounidenses. El gobierno cubano fue
sancionado en virtud de la Ley de Comercio
con el Enemigo, y el Reglamento de Control
de Activos Cubanos emitidos por la OFAC en
1963. Y, mientras que las leyes de sanciones
contra Cuba, como la Ley para la Democracia
Cubana de 1992 y la Ley de la Libertad Cubana
y Solidaridad Democrática de 1996, imploran a
otros países a que apliquen las mismas normas
al régimen de Castro como lo han hecho a otros
gobiernos que cometen abusos contra los derechos humanos y suprimen la oposición democrática, por más de 50 años los EE.UU. es el
único país en sancionar a Cuba.
Es innegable que las sanciones han tenido
repercusiones económicas para ambos países.
El gobierno cubano estima que el embargo le
cuesta a la nación de la isla $685 millones al
año, mientras que la Cámara de Comercio de
los EE.UU. estima que a la economía de los
EE.UU. se le niegan $1,2 mil millones cada año.
Sin embargo, como el comercio entre Cuba
y otros países continúa (incluso los EE.UU.
son responsables de más del 6 por ciento B