Spanish ACAMS Today (Marzo-Mayo 2014) Vol. 13 No. 2 | Page 20

DESAFÍOS ANTILAVADO durante 2009 y 2010, fue un caso significativo en destacar extranjeros reclutados como mulas. Las víctimas eran clientes de los bancos comerciales de los EE.UU. cuyas cuentas fueron explotadas por los ladrones cibernéticos internacionales utilizando técnicas de malware y phishing para robar con éxito 70 millones de dólares de un fondo potencial de $220 millones. El FBI acusó hasta a 92 personas y detuvo a 39, la mayoría de los cuales eran hombres y mujeres jóvenes de Europa Oriental que, o bien planeaban viajar a o ya estaban en los EE.UU. con visas de estudiante J1. Una vez que los sospechosos se encontraban en los EE.UU., los organizadores de la operación de mulas les dieron a los reclutas pasaportes extranjeros falsos para abrir cuentas en bancos en todo el país. Luego de días o semanas después de que se abrieran esas cuentas, otros actores del grupo transferían dinero de cuentas de las víctimas a las cuentas de las mulas, típicamente en cantidades cercanas a $10.000. Las mulas luego retiraban los fondos, por lo general en cantidades por debajo del umbral de registro de CTR, recogían su comisión de entre 8-10 por ciento, y transferían los fondos al extranjero. Mientras tanto, otras mulas simultáneamente realizaban transacciones ACH continuas a altas velocidades a través de cuentas de las empresas fantasmas, lo que resultaba en el blanqueo de los fondos.7 En este caso, las mulas llevaron la peor parte de la impronta inmediata de la ley, y aunque fueron capturados algunos conductores a través de la cooperación internacional, las bases de la plantilla del crimen habían sido sentadas para que otros siguieran en el futuro. Un acontecimiento más reciente a gran escala que involucraba mulas tenía delincuentes internacionales que perpetraron un robo de cajeros automáticos a escala mundial en la primavera de 2013, cuando más de 45 millones de dólares fueron vaciados simultáneamente de cientos de cuentas bancarias por varios individuos en 20 países diferentes a lo largo de varias horas — de los cuales $2.8 millones fueron solamente en la ciudad de Nueva York. En el caso de la red con sede en la ciudad de Nueva York, las autoridades descubrieron que después de completar su misión, las mulas enviaron el dinero robado en autobús a una persona en Miami, Florida, quien entonces transportaría los fondos al extranjero, probablemente a otro representante o a los autores intelectuales del crimen.8 Los participantes imputados en la estafa eran cómplices en el delito: Las fotos de seguridad de los cajeros automáticos detallan las fechas, horarios y ubicaciones de cada retiro a medida que el equipo recorría Manhattan para utilizar los cajeros, y sus teléfonos celulares confiscados revelaron fotos incriminatorias detallando sus hazañas en el camino. Estos son sólo dos ejemplos de la complejidad y los grados en que los delincuentes cibernéticos han explotado tanto servicios financieros como debilidades de control interno de IT para maximizar las ganancias financieras, manteniendo el anoni