DESAFÍOS ANTILAVADO
un tipo de manejador de dinero de bajo nivel
y sus transacciones ilícitas, respectivamente.
Tradicionalmente, los pitufos son un grupo de
personas reclutadas para usar al máximo o
vaciar las cuentas de tarjetas de crédito robadas,
por lo general dirigidas por alguien de alto nivel
que se beneficia de la actividad. Las personas o
“equipo Pitufo” tienen la tarea de llevar a cabo
transacciones comerciales en el punto de venta
o en línea usando las tarjetas robadas o tarjetas
falsas creadas a partir de datos de cuentas de
tarjetas robadas. El término también se refiere a
personas conocidas entre sí que tratan de evadir
los requisitos de información (CTR) mediante la
ruptura o la estructuración de operaciones de
gran envergadura en dólares en transacciones
más pequeñas por debajo del umbral de registro
de transacciones en efectivo.3 Para los profesionales de IT la palabra “pitufo” está igualmente
asociada a actividades siniestras. En términos
simples, un “ataque pitufo” es un tipo de ataque
de denegación de servicio en el que a un sistema
se le inunda con mensajes falsificados “ping”
desde varios equipos. Esto genera un tráfico
intenso en la red de la víctima, lo que a menudo
la hace inservible.4
Las actividades delictivas globales a gran escala
relacionadas con el tráfico y los delitos financieros de todo tipo crecieron exponencialmente
durante la década de 1990, y los avances en la
tecnología informática magnificaron la amenaza
a la estabilidad tanto de los servicios financieros
como del sector de IT. La convergencia de lavado
de dinero y actividades delictivas basadas en la
informática desde luego no es una coincidencia,
especialmente teniendo en cuenta el potencial
de grandes beneficios, la certeza del anonimato
en Internet, la facilidad relativa de infiltración y
las barreras naturales contra la captura y enjuiciamiento a pesar de los riesgos. De este modo,
el paradigma de robo a un banco cambió con los
avances tecnológicos, y los días de robar bancos
físicamente habían terminado.
En retrospectiva, el fenómeno detrás de la
combinación de “pítufear” y “los ataques pitufos”
para perpetrar delitos financieros a través de
Internet fue ayudado en parte por la presión
activa de los gobiernos y los bancos de todo el
mundo hacia más sistemas de transacciones
financieras globalizadas y aceleradas por la
tecnología en los últimos 40 años. Desafortunadamente, como con cualquier nueva tecnología
desarrollada a lo largo de la historia humana,
los avances pueden producir consecuencias
negativas cuando se utilizan para facilitar actividades nefastas. Así, mientras que el siglo
XXI marcó el inicio de un futuro basado en la
tecnología, “pitufear” y “los ataques pitufos” se
convirtieron en los cimientos de una nueva era
— y podría decirse que más amenazadora — de
técnica de lavado de dinero aplicada por delincuentes individuales u organizados por igual: la
estafa de “Money Mule”. Mientras el pitufeo se
estableció a través del robo de tarjetas de crédito
y su uso fraudulento, las mulas responden a un
llamado similar, pero mucho más alto: facilitar
delitos financieros coordinados, de gran valor en
dólares, y, con frecuencia, multinacionales.
La estafa
De acuerdo con el Equipo de Preparación de
Emergencia de Computadoras de los EE.UU. [
en ingles: U.S.-Computer Emergency Readiness
Team (US-CERT)], las mulas “son personas...
que se utilizan para transportar y lavar dinero
robado o algún tipo de mercancía. Los delincuentes pueden... reclutar mulas para utilizar
información de tarjetas de crédito robadas. Las
personas... pueden ser participantes dispuestos,
sin embargo, much