Spanish ACAMS Today (Marzo-Mayo 2014) Vol. 13 No. 2 | Page 80

POLÍTICA ANTILAVADO Ricitos de Oro y las tres sanciones E n el cuento de hadas, la niñita Ricitos de Oro tenía una opción de tres camas en las cuales hacer una siesta. La cama del padre era demasiado dura, la de la madre era demasiado suave, y sólo la cama del bebé oso era lo suficientemente cómoda para que durmiera en ella. De manera similar, los programas de sanciones económicas pueden ser ineficaces, alcanzar sus objetivos deseados, o ser tan punitivos que resultan contraproducentes. Las sanciones económicas son promulgadas para lograr uno de una serie de objetivos, algunos no reconocidos en público: • Expresar la desaprobación de conducta específica (incluyendo a los ciudadanos del país que impone las sanciones) • Para dificultarles a las entidades sancionadas a continuar con el comportamiento no deseado • Proporcionar incentivos económicos para que las entidades sancionadas cambien su conducta Para tener eficacia en introducir cambios en el comportamiento, los que imponen las sanciones tienen que ejercer influencia sobre los sancionados, de lo contrario, no hay ni castigo ni incentivo para cambiar. Demasiado suave: Guinea-Bissau y Cuba El pequeño país de África occidental de GuineaBissau puede ser desconocido para muchos de los lectores de ACAMS Today. Ha tenido una historia tumultuosa desde que obtuvo la independencia de Portugal en 1974. Ha tenido no menos de cinco golpes o asesinatos presidenciales en los 40 años de existencia del país. El golpe más reciente, de 2012, dio lugar a sanciones de las Naciones Unidas, que luego fueron también promulgadas por la Unión Europea, la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), el Reino Unido, Canadá, Australia y Suiza. Los EE.UU. se encuentran notablemente ausentes de la lista. ¿Por qué? La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) no ha sancionado a Guinea-Bissau, en parte, porque carece de poder para efectuar cambios. De acuerdo con los sitios web gubernamentales, el pequeño país es el socio comercial número 195 de los EE.UU.; dicho de otro modo, uno de los más pequeños. En 2010, por ejemplo, un 0,95 por ciento de las exportaciones de Guinea-Bissau cruzó el Atlántico. Las sanciones de los EE.UU. si bien expresarían desaprobación, no proporcionarían el incentivo para que el gobierno enmiende. Por lo tanto, ¿serían las sanciones eficaces, incluso en ausencia de la participación de los EE.UU.? En una palabra, no. Esto es en parte debido a que el único país que podría tener influencia sobre Guinea-Bissau no ha promulgado sanciones en su contra. En los últimos años, la India ha sido regularmente el destino de la mayoría de las exportaciones de GuineaBissau. El pequeño país exporta principalmente frutos secos y pescado y se ha convertido en el sexto mayor productor mundial de castañas de acajú, un elemento básico de la cocina india. Incluso si la India prohibiera el comercio con Guinea-Bissau, no hay garantía de que esto haría que los líderes militares cambiaran de rumbo. El país es uno de los más pobres del mundo, no está claro que un mayor perjuicio a su economía 80 ACAMS TODAY | MARZO–MAYO 2014 |  ACAMS.ORG/ESPANOL | ACAMSTODAY.ORG tendría mucho sentido para una población que tiene tan poco. Así que, tal vez ni siquiera la India tiene influencia sobre la junta de gobierno. La nación caribeña de Cuba presenta otro ejemplo vívido de las sanciones que no logran sus objetivos. Los EE.UU. han mantenido un cierto nivel de sanciones, ya que embargó el comercio con Cuba a raíz de la Revolución Cubana que depuso el gobierno de Batista y, a raíz de esto, la nacionalización de importantes activos comerciales pertenecientes a estadounidenses. El gobierno cubano fue sancionado en virtud de la Ley de Comercio con el Enemigo, y el Reglamento de Control de Activos Cubanos emitidos por la OFAC en 1963. Y, mientras que las leyes de sanciones contra Cuba, como la Ley para la Democracia Cubana de 1992 y la Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática de 1996, imploran a otros países a que apliquen las mismas normas al régimen de Castro como lo han hecho a otros gobiernos que cometen abusos contra los derechos humanos y suprimen la oposición democrática, por más de 50 años los EE.UU. es el único país en sancionar a Cuba. Es innegable que las sanciones han tenido repercusiones económicas para ambos países. El gobierno cubano estima que el embargo le cuesta a la nación de la isla $685 millones al año, mientras que la Cámara de Comercio de los EE.UU. estima que a la economía de los EE.UU. se le niegan $1,2 mil millones cada año. Sin embargo, como el comercio entre Cuba y otros países continúa (incluso los EE.UU. son responsables de más del 6 por ciento B