Spanish ACAMS Today (Marzo-Mayo 2013) Vol. 12 No. 2 | Page 27

ENTRENAMIENTO L os conflictos constituyen una parte de la vida en cualquier nivel donde interactúan dos partes. Sabemos que existen, pero rara vez sabemos cuál es la mejor manera de tratarlos fuera de hacerlo instintivamente. En la vida surgen numerosas situaciones que pueden llegar a constituir un conflicto entre colegas, equipos, departamentos y aun entre individuos de organizaciones externas. Como suele suceder, un profesional de cumplimiento puede encontrarse directa o indirectamente en medio de un conflicto. Los profesionales de cumplimiento se encuentran comprometidos en casi cualquier aspecto del desarrollo, implementación, comprobación y mejora de un programa de gestión de riesgos. Sea grande o pequeña la organización, el profesional de cumplimiento es el nexo entre las terceras partes y los programas de cumplimiento. Por consiguiente, el profesional de cumplimiento se encuentra en un lugar de influir — sea para bien o para mal — sobre las presiones y distracciones de conflictos crecientes que pueden desmejorar asociaciones, demorar esfuerzos y hasta impedir el éxito de iniciativas importantes. En el campo del ALD, las partes que trabajan hacia los mismos objetivos se encuentran frecuentemente en un lugar de posiciones conflictivas, especialmente cuando un tema no tiene una solución clara. Aplicar las técnicas de resolución de conflictos para gestionar situaciones complejas puede constituir una ventaja para mejorar los procesos de gestión de riesgos. La intención de este artículo no es convertirlo a usted en un experto en el tema de conflictos, sino la de aumentar su conciencia acerca de ellos, de reconocer las destrezas que ya tiene, y darle algunas herramientas de comunicación que pueden ayudar a mejorar la manera como se enfrenta a su próximo escenario de conflictos. La palabra conflicto es fea. Si la busca en el diccionario, las definiciones y ejemplos van de mal en peor. Solamente leer las definiciones lo hace a uno sentirse incómodo. No sorprende que tratemos de hacer caso omiso de los conflictos por si desaparecen por sí solos. Si bien, en la peor de las situaciones, los conflictos pueden ser destructivos, también pueden ofrecer una oportunidad de mejorar condiciones y de promover una solución viable. Hay varias definiciones académicas de conflicto, pero una básica dice que “el conflicto es una creencia de que si una parte consigue lo que quiere, la otra (u otras) no lograrán hacer lo mismo.”1 En el cumplimiento, el conflicto se hereda sobre necesidades opuestas, recursos limitados y prioridades que compiten. Veamos un escenario común y frecuente para cualquiera involucrado en gestión de riesgos. Digamos que hay nuevas regulaciones y que una institución necesita evaluar cómo cumplirlas. El responsable de cumplimiento seguramente se encontrará involucrado en revisar los elementos del programa existente para identificar a los que ya cumplen con los nuevos requisitos o que pueden arreglarse para incorporar esos nuevos requisitos; luego, se identifican información adicional y los nuevos controles necesarios. Habrá necesidad de analizar cómo ciertos requisitos pueden cumplirse según un enfoque basado en el riesgo, y puede haber preguntas sobre qué es lo apropiado en un análisis basado en el riesgo. Finalmente, antes de poder implementar cualquier programa nuevo, puede haber necesidad de recursos adicionales de tecnología o capacitación, o inclusive habrá que desarrollar unidades centralizadas para gestionar los clientes del más alto riesgo. En cualquiera de estas tres situaciones, el responsable de cumplimiento va a encontrar conflictos que derivan de diferencias de opiniones, prioridades de negocios y recursos limitados. Para resolver los temas entre las varias partes y manejar el conflicto que surge, necesitará aplicar técnicas de resolución de conflictos. Como un oficial de cumplimiento exitoso, probablemente usted esté usando estas técnicas ahora, aun si no está al tanto de que lo está haciendo. Por ejemplo, usted puede estar haciendo de facilitador en discusiones de grupo entre las partes con diferentes funciones para evaluar el impacto de nuevas regulaciones y para definir el plan de acción para cumplir con nuevos requisitos. Durante las reuniones de grupo es posible que las diferencias de opiniones surjan sobre el enfoque adecuado basado en prioridades de negocios, tolerancia del riesgo y condiciones presentes. Puede ser que tenga que hacer de mediador para lograr que las partes opuestas encuentren terreno común sobre el razonamiento que subyace en una decisión específica de negocio comparada con la exposición potencial. Finalmente, las recomendaciones que salen de las reuniones pueden requerir más fondos, lo que pone al responsable de cumplimiento en la posición de negociar con la gerencia superior para conseguir los recursos financieros. Facilitación, mediación y negociación constituyen la piedra angular metodológica usada por los expertos en resolución de conflictos. Ellos estudian cada técnica y sus variaciones para construir las herramientas del oficio para ser facilitadores, mediadores y negociadores expertos, a los que se les invita a ayudar a gestionar los conflictos crecientes al buscar una resolución. En su caso, usted tiene que asumir el papel de facilitador, mediador y negociador de manera habitual sin beneficiarse de una capacitación especializada. He aquí la