ALD EN TODO EL MUNDO
y el financiamiento electoral ilícito. Las elecciones municipales de octubre de 2012 fueron
las primeras bajo las nuevas reglas y por ellas
cientos de candidatos resultaron inelegibles.
El Economist anotó que otros candidatos,
incluidos algunos elegidos, podrían ser impedidos de ocupar sus cargos. Dilma Roussef, la
presidenta, quiere una regla similar para los
empleados públicos para ayudar a detener
una de las causas remanentes de corrupción:
“nombramientos discrecionales a cargos
públicos.” Los presidentes brasileños tienen
unos 25,000 cargos públicos que llenar cuando
entran en funciones, incluyendo cargos de alto
nivel en agencias reguladoras y empresas estatales. En los últimos años, muchos de estos
han sido ocupados por los de buenas conexiones políticas o los aliados del gobierno. En
cuanto a esto vale la pena tomar en cuenta que
de acuerdo con la legislación de ALD enmendada la due diligence mejorada es requerida en
el Brasil tanto para las PPE nacionales como
extranjeras.4
Brasil en la Copa Mundial — 2014
En 2010, anticipando la Copa Mundial de 2014,
el Instituto Ethos de Negocios y Responsabilidad Social y el Contrato Global de las Naciones
Unidas han lanzado un proyecto anti-corrupción
quinquenal de US$ 3.1 millones llamado “Juegos
Limpios” (Jogos Limpos) para monitorear el
gasto público y para facilitar información sobre
las irregularidades potenciales ligadas a la Copa
Mundial de la FIFA 2014 en Brasil y los Juegos
Olímpicos de 2016 de Río de Janeiro.5 Vistos
los riesgos a la reputación cuando se entablan
negocios en el Brasil se recomienda hacer due
diligence mejorado sobre socios de negocios
nacionales y para entender detalladamente su
relación con políticos y empleados públicos.
Resumen
Los intentos hechos en el Brasil para combatir
la corrupción que culminaron en el juicio del
mensalão acerca de miembros del Congreso,
miembros del partido gobernante y empleados
públicos de alto rango quienes trabajaron directamente bajo uno de los presidentes más populares, constituye, como lo notó el New York
Times un gran avance en la responsabilidad
política y una veta crucial de independencia en
el sistema legal.6
El artículo cita a Thiago Bottino, un profesor
de derecho de la Fundacão Getúlio Vargas, de
una universidad brasileña de elite, “Este juicio
demuestra que las instituciones del Brasil
están funcionando vigorosamente. Los jueces
hubieran podido lavarse las manos fácilmente
en este caso y pasarlo por alto; en vez, entraron
al ruedo para dar pelea por una democracia
ética.” Las cortes del Brasil son más bien objeto
de burla que de alabanza, y algunos eruditos
del derecho advierten que