Spanish ACAMS Today (Marzo-Mayo 2013) Vol. 12 No. 2 | Page 34

ENTRENAMIENTO El equipo de trabajo de ALD: cooperación y comunicación que beneficia el cumplimiento L os profesionales de antilavado de dinero (ALD) han estado dedicándose intensamente a los casos recientes sobre acciones significativas contra instituciones financieras y negocios de servicios de dinero (MB en inglés) tratando de descifrar las complejidades de los temas núcleo y las debilidades de varios programas de ALD. La próxima actividad es algún nivel de introspección corporativa para determinar si “eso nos podría suceder.” La respuesta es “Sí, nos puede suceder.” En algún lugar de este proceso demasiada gente llegó a la realización incómoda de que parece que nadie tiene toda la información necesaria para tomar decisiones informadas plenas o evaluaciones acertadas. Es esa realización la que se refiere al problema núcleo en casi cualquiera de los casos que surgen — la comunicación se descompuso de manera crítica lo cual llevó a una decisión inadecuada o pérdida del control del procedimiento. La tragedia verdadera en esos casos es que a menudo esa comunicación descompuesta era fácil de eliminar o de reducir de manera dramática. Al leer estos casos, una o todas las acciones siguientes ocurrieron: Alguien no comunicó (dijo/escribió) alguna información clave, alguien quedó fuera de la red de comunicaciones o alguien o bien no entendió o bien optó por hacer caso omiso del mensaje. La mayoría de estas situaciones se debieron a un fracaso de las comunicaciones interculturales. Esto no se refiere a la comunicación que involucra países, etnias o lenguas diferentes. Se refiere a las culturas no coordinadas dentro de una organización. Debido a este desafío de negocios, cientos si no miles de consultores de gestión o de negocios en todo el mundo tienen trabajos remunerados. Esto es porque cuando la primera asociación de negocios se formó antes de la época histórica, los gerentes medios, el mercadeo, las ventas y la suite C (o su equivalente de la Edad de Piedra) todos tenían objetivos diferentes y enfoques diferentes para alcanzar percepciones individuales de lo que se considera el éxito. En ese momento apareció el primer oficial de cumplimiento y las cosas alcanzaron un nuevo nivel de desafío. Aun así el problema fue el clásico “fracaso en la comunicación”. Obviamente no hay límite a los recursos disponibles para resolver estas interrogantes de la comunicación. Sin embargo, talvez la mejor herramienta disponible para todos nosotros sea una que ya lo era para nuestros mayores prehistóricos — el equipo de trabajo. Aclaremos que no se trata de un comité o equipo o de uno de los innumerables conglomerados de personal de 34 ACAMS TODAY | MARZO–MAYO 2013 | ACAMS.ORG/ESPANOL | ACAMSTODAY.ORG negocios que tienen reputaciones de ineficacia merecidas o no. Después de todo, se dice que el ornitorrinco (pico de pato, patas de rana, cola de castor) fue un animal diseñado por un comité. La diferencia consiste en que un equipo de trabajo en este contexto existe para compartir información, percepciones y soluciones, no para completar un proyecto o inventar un producto o planear un evento. Su único propósito consiste en facilitar el intercambio libre de información y para lograr que todas las partes relevantes se encuentren expuestas a lo que tienen que saber para tomar estas decisiones y evaluacio