ENTRENAMIENTO
El equipo de trabajo de ALD:
cooperación y comunicación que
beneficia el cumplimiento
L
os profesionales de antilavado de dinero
(ALD) han estado dedicándose intensamente a los casos recientes sobre
acciones significativas contra instituciones
financieras y negocios de servicios de dinero
(MB en inglés) tratando de descifrar las complejidades de los temas núcleo y las debilidades de
varios programas de ALD. La próxima actividad
es algún nivel de introspección corporativa
para determinar si “eso nos podría suceder.” La
respuesta es “Sí, nos puede suceder.”
En algún lugar de este proceso demasiada gente
llegó a la realización incómoda de que parece
que nadie tiene toda la información necesaria
para tomar decisiones informadas plenas o
evaluaciones acertadas. Es esa realización la
que se refiere al problema núcleo en casi cualquiera de los casos que surgen — la comunicación se descompuso de manera crítica lo cual
llevó a una decisión inadecuada o pérdida del
control del procedimiento. La tragedia verdadera en esos casos es que a menudo esa comunicación descompuesta era fácil de eliminar o de
reducir de manera dramática.
Al leer estos casos, una o todas las acciones
siguientes ocurrieron: Alguien no comunicó
(dijo/escribió) alguna información clave,
alguien quedó fuera de la red de comunicaciones o alguien o bien no entendió o bien
optó por hacer caso omiso del mensaje. La
mayoría de estas situaciones se debieron a
un fracaso de las comunicaciones interculturales. Esto no se refiere a la comunicación que
involucra países, etnias o lenguas diferentes.
Se refiere a las culturas no coordinadas dentro
de una organización. Debido a este desafío de
negocios, cientos si no miles de consultores
de gestión o de negocios en todo el mundo
tienen trabajos remunerados. Esto es porque
cuando la primera asociación de negocios se
formó antes de la época histórica, los gerentes
medios, el mercadeo, las ventas y la suite
C (o su equivalente de la Edad de Piedra)
todos tenían objetivos diferentes y enfoques
diferentes para alcanzar percepciones individuales de lo que se considera el éxito. En ese
momento apareció el primer oficial de cumplimiento y las cosas alcanzaron un nuevo nivel
de desafío. Aun así el problema fue el clásico
“fracaso en la comunicación”.
Obviamente no hay límite a los recursos disponibles para resolver estas interrogantes de la
comunicación. Sin embargo, talvez la mejor
herramienta disponible para todos nosotros sea
una que ya lo era para nuestros mayores prehistóricos — el equipo de trabajo. Aclaremos que
no se trata de un comité o equipo o de uno de
los innumerables conglomerados de personal de
34 ACAMS TODAY | MARZO–MAYO 2013 | ACAMS.ORG/ESPANOL | ACAMSTODAY.ORG
negocios que tienen reputaciones de ineficacia
merecidas o no. Después de todo, se dice que el
ornitorrinco (pico de pato, patas de rana, cola de
castor) fue un animal diseñado por un comité.
La diferencia consiste en que un equipo de
trabajo en este contexto existe para compartir
información, percepciones y soluciones, no para
completar un proyecto o inventar un producto o
planear un evento. Su único propósito consiste
en facilitar el intercambio libre de información
y para lograr que todas las partes relevantes se
encuentren expuestas a lo que tienen que saber
para tomar estas decisiones y evaluacio