Spanish ACAMS Today (Junio-Agosto 2014) Vol. 13 No. 3 | Page 73

INICIATIVA REGULADORA D urante años, la piedra angular de un programa fuerte de la Ley de Secreto Bancario/antilavado de dinero (BSA/ ALD) era su capacidad para detectar y prevenir la venta de sustancias ilícitas mediante la identificación de los ingresos derivados de la actividad delictiva. Con la legalización de la marihuana al por menor en Colorado y Washington, un experimento cauto está actualmente en marcha, con fuertes implicaciones para la aplicación de la ley y el sector financiero. Sobre la base de la aparición de la marihuana medicinal, disponible en diferentes grados en otros 18 estados1 más el Distrito de Columbia, la evolución del paisaje de delitos financieros ha creado un período de transición con potencial para el riesgo y la recompensa. 3) Impedir que se desvíe la marihuana de los estados donde resulta legal de algún modo a otros estados; 4) Impedir que la actividad de la marihuana autorizada por el estado se utilice para cubrir o sirva de pretexto para el tráfico de otras drogas ilegales u otros ilícitos; 5) Impedir la violencia y el uso de armas de fuego en el cultivo y distribución de marihuana; 6) Impedir el uso del manejo drogado y la exacerbación de otras consecuencias adversas para la salud pública asociados con el consumo de marihuana; 7) Impedir la siembra de marihuana en terrenos públicos y los peligros de seguridad pública y ambientales concomitantes planteados por la producción de marihuana en terrenos públicos; e 8) Impedir la tenencia de marihuana o su uso en propiedades federales. Más vale malo conocido que bueno por conocer La publicación por parte del Departamento de Justicia (DOJ) de una guía orientativa2 respecto de la aplicación de leyes sobre la marihuana el 29 de agosto del 2013 marcó un cambio en el enfoque de aplicación de la ley federal. Comúnmente conocido como el Memorando Cole, la guía afirma que en los estados donde existe un sistema de regulación fuerte y eficaz, el DOJ no enjuiciará a menos que exista la sospecha de que una de las ocho prioridades federales de aplicación ha sido violada. Efectivamente, el DOJ ha respetado el derecho de los estados en sus asuntos internos, siempre y cuando sus regímenes normativos no interfieran con los mandatos federales, que incluyen: 1) Impedir la distribución de marihuana a menores de edad; 2) Impedir que los ingresos de la venta de marihuana vayan a empresas criminales, pandillas y cárteles; Siguiendo el ejemplo del DOJ, la Red de Contra los Delitos Financieros (FinCEN) publicó una guía, (FIN- 2014- G001)3, el 14 de febrero del 2014, que lleva un paso más allá esta presunción de independencia estatal convocando explícitamente a mejorar la disponibilidad de servicios financieros para, así como la transparencia financiera de, los negocios relacionados con la marihuana. Sin dejar de respetar los límites de las prioridades federales de aplicación, FinCEN apoya los negocios bancarios de empresas de marihuana que trabajan en efectivo y aclara las expectativas respecto de la diligencia debida y reporte de actividades sospechosas para esta industria. Las instituciones financieras seguirán teniendo que presentar informes de actividades sospechosas (SAR, por sus siglas en inglés) para todas las empresas de marihuana, pero ahora se les pide que distingan entre empresas “Marihuana Limitadas” y “Marihuana Sospechosas”. Esta distinción se basa en una diligencia debida llevada a cabo por la institución financiera para determinar si el negocio se dedica a cualquiera de las ocho prioridades federales de aplicación. Si la respuesta es sí, entonces la presentación del SAR se considerará sospechosa. Si la respuesta es no, entonces la presentación del SAR se considera limitado. Presentaciones de SAR de “Marihuana Limitada” sólo en teoría serán menos onerosas, ya que sólo requieren los nombres y direcciones